Un Hamlet de traje de chaqueta

Tres ceremonias: el funeral, la boda y la coronación. Así plantea la Companhia do Chapitô su versión de 'Hamlet' (mañana martes a las 20.00 horas en el Teatro Cervantes), el clásico de William Shakespeare tantas veces revisitado, y que en esta ocasión sufre una transformación completa que abre una puerta de entrada al humor, pero también al entendimiento del texto como una obra atemporal que puede disfrutarse con traje de chaqueta.

En este 'Hamlet', explican sus creadores, la historia no está ocurriendo en el Reino de Dinamarca, sino que se «traslada a la modernidad» a través de una empresa multinacional de los tiempos actuales. Precisamente, para demostrar que aunque el momento histórico del original al actual ha cambiado por completo, las temáticas abordadas permanecen iguales. Traición, abusos y juego de poder, de acoso, «de la búsqueda voraz y sin escrúpulos de lucro y de la inafectividad», recuerdan sus directores, que avanzan que la ausencia de contacto entre el elenco de largo de la pieza, por ejemplo, refleja una sociedad «autista y deshumanizada».

A ello se suma la inexistencia de un escenario que combina con un vestuario «simple y contemporáneo», en el que el trabajo del actor no queda restringido a la representación de interpretación de un personaje. «Se comunica con la palabra pero también con el cuerpo, con el gesto, con el sonido. El hiperrealismo de la pieza y el recurso constante a las onomatopeyas transporta al público a un viaje verdaderamente sensorial y cinematográfico», afirman desde la producción portuguesa, que consiguió agotar todas las entradas para la temporada en Lisboa el día de su estreno.

El despojo de la escenografía sirve también, en opinión del director José Carlos García, para suscitar la imaginación del público que no puede ser pasivo, y que por el contrario tiene que imaginar más allá de lo que ve.

De esta manera, y al igual que en otras creaciones de la compañía, el uso de objetos es una de las formas de desafiar la imaginación de los espectadores. En este caso, son las corbatas las que da la vida y asumen funciones distintas a lo largo de la acción. «La elección de la corbata no es casual, asumiendo aquí una representación simbólica de poder, de estatuto y de verticalidad». «El trabajo continuo verdaderamente colectivo entre directores y actores en el desarrollo de la estética de la pieza y todo el proceso creativo que la subyace, hace que la actuación sea única y que el espectáculo se mantenga vivo», insisten.

Así, este 'Hamlet' sigue las líneas maestras del texto original del escritor y dramaturgo, pero propone una reflexión mordaz y llena de humor sobre varios aspectos de la realidad física y social, a la que su codirectora, Claudia Novoa, se refiere directamente: «Es otra manera de contar la historia, buscando encontrar el absurdo y lo insólito de las situaciones, derribando por el camino las paredes que limitan la imaginación del público».