'Te estoy amando locamente': cuando triunfa la libertad
La semana pasada, cuando terminó la proyección de 'Te estoy amando locamente' en la sala 1 del cine Albéniz, todo el público que agotó localidades ... se arrancó en una ovación que duró más de lo que duran los títulos de crédito. Lo lógico era pensar que se trataba de una alabanza provocada por la presencia en el cine de una parte del equipo de la película, entre ellos los dos malagueños que participan en el filme, el director, Alejandro Marín, y una artista en ascenso, La Dani, que intervinieron al final para decir unas palabras ante un público emocionado que todavía se estaba secando las lágrimas por las emociones que la cinta había provocado en lo más hondo del alma. Luego hemos comprobado que esos aplausos al finalizar la proyección, igual que la emoción, están generalizados en buena parte de las salas en las que se programa la cinta. El fenómeno social que está provocando 'Te estoy amando locamente' es un hecho que no tiene vuelta atrás. Quizá estemos hablando de la película española más emocionante de los últimos años.
Decir que esta película es necesaria puede parecer un tópico, pero no por ello deja de ser real: hay que ver esta película que habla de la historia tan reciente de la lucha por la libertad en la época más gris de España, cuando la democracia asomaba y la ley de vagos y maleantes seguía en activo, para vergüenza del país. De una manera parecida a la que se exponía en la película británica 'Pride' (2014), esta cinta refleja cómo en aquella época y en aquel lugar –Sevilla, 1977– las luchas se hermanaban entre sí, sin distinción. El feminismo, la izquierda, los movimientos obreros, las asociaciones por la democracia e incluso una parte de la Iglesia, aquella teología de la liberación, se unían alianzas que hoy parecen inviables. Se habla del amor, pero 'Te estoy amando locamente' es una de las pocas películas de temática LGTBI en la que no hay una trama amorosa. Aquí no se trata de a quién se ama. Es una cuestión que atañe a la identidad. El amor es entre una madre y su hijo; así, se enseña de una manera definitiva cómo los hijos y las hijas de alguna manera educan a los padres y a las madres. Por si esto no fuera suficiente, a nivel artístico la película también es sobresaliente, porque está hecha con el corazón. Ya hay quien apunta a que La Dani sería una perfecta nominada a mejor interpretación revelación en los próximos Goya, y podríamos esperar más nominaciones. Esta película es un documento que ya es clave para el movimiento LGTBI andaluz y aquel Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria. Maravillosamente adaptada, la banda sonora cogida de la época también merece una mención especial.
Pese a quienes auguraban un descalabro en taquilla, lo cierto es que el debut largo de Alejandro Marín está manteniéndose entre las diez películas más vistas en España en su tercera semana en cartel. No es tarea fácil, teniendo en cuenta los estrenos de películas de enorme producción y difusión entre misiones imposibles, Indiana Jones, la de la bomba atómica y Barbie, que apunta además a una parte del colectivo LGTBI. Pero 'Te estoy amando locamente' es otra cosa, porque nos alude a nosotros y a nuestra historia, la de todos, el relato de la conquista de la libertad que puede verse alterada por aquellos que se inclinan hacia la melancolía de una época a la que no podemos permitir volver nunca más, sólo para comprobar los testimonios vitales de los que han luchado porque hoy podamos amar a quien queramos, y ser como queramos, sin miedo y sin arrepentimientos.
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