Kase.O, cuando lo mejor es lo que queda por venir

Legiones de incondicionales seguidores del mítico miembro de Doble V aguardaban ávidos en los alrededores de La Trinchera. Madrid, Barcelona, Valencia, Granada... Oyentes de todas las edades procedentes de todo el país no quisieron perderse por nada del mundo la gira del MC maño. Y es que 'El círculo' ha sido, sin lugar a dudas, uno de los trabajos más esperados tanto por el público en general, como por los propios MCs del panorama nacional e internacional (Disco de Oro en mes y medio). Su directo, cómo no, ha estado también a la altura de las circunstancias.

Antes de descorchar el champán, hay que terminar el postre. Por eso antes de llegar al círculo, 'El momo' indicó a la sala su camino, ofreciendo un rap absolutamente existencialista y metafísico, con la crudeza y contundencia propias de Zaragoza ciudad. Rap adulto, maduro, alejado de tópicos y clichés manidos; auténticas píldoras contra la inseguridad, el hastío, la soledad y el comportamiento gregario. El medicamento que Erich Fromm recetaría a esta sociedad tan delirante, adormecida (como en Momo) y nihilista. Puro rap en tu cara 'from' Andrómeda.

Liberación, catarsis pura, purga. El show de Kase.O estuvo cargado de una emocionalidad y una autenticidad tales que se puede afirmar que el público nunca había visto de manera tan directa y sin máscara al verdadero Javier Ibarra. Un hombre con sus fortalezas, debilidades, sueños, victorias y derrotas. Un ser humano que trata de recordar a sus iguales que la vida no es otra cosa que un sendero rodeado de árboles, plantas y animales que a veces nos agilizará, y otras nos obstaculizará el camino. Todos estamos desnudos, tratando de encontrar la paz y la felicidad que todo individuo aspira. Lo eterno, lo divino; el círculo. Pero nunca hay que olvidar disfrutar del proceso terrenal. Del cuadrado: de 'Vivir para contarlo'. Y si además nos acompañan Rumba y Capaz, más que mejor.

En efecto, el alquimista del verbo, «Javat, maestro del psicoanálisis» curó con la palabra. Lento, rápido, de pie, sentado, riendo, llorando, susurrando... Kase.O emocionó las almas de la audiencia regalando amor en forma de sus mejores canciones. Un 'setlist' que condensó la trayectoria de Ibarra, magistralmente representada con himnos generacionales como 'Pura droga sin cortar', 'Chúpala', 'Pan Caliente', 'La Cúpula'... En definitiva, el cóctel perfecto, preparado por los expertos del vicio del vidrio.