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Ginés Marín, en el centro, manejando el capote ante la mirada de los alumnos de la Escuela Taurina y los turistas.
Lances toreros en La Alcazaba de Málaga

Lances toreros en La Alcazaba de Málaga

Clase de toreo de salón del diestro Ginés Marín a los alumnos de la Escuela Taurina

Antonio M. Romero

Miércoles, 3 de agosto 2016, 00:33

Desde el siglo diez La Alcazaba de Málaga ha sido testigo privilegiado de la transformación y el devenir histórico de la ciudad. Un nuevo hito se sumó ayer a su milenaria historia con la celebración de una clase de toreo de salón en la zona conocida como los Cuartos de Granada. Allí, la arquitectura nazarí de este espacio fue espectador privilegiado de las enseñanzas que el joven diestro extremeño Ginés Marín impartió a los alumnos de la Escuela Taurina Provincial en una iniciativa de la empresa que gestiona La Malagueta para promocionar la tauromaquia y la feria taurina que comenzará el próximo 14 de agosto. El improvisado público estuvo compuesto por los sorprendidos turistas que visitaron el monumento y se encontraron con un despliegue de capotes y muletas sobre las piedras que siglos atrás horadaron los pies de reyes, gobernadores y militares musulmanes.

Con el recuerdo del triunfo en la plaza de toros de Santander aún fresco cortó tres orejas, Marín compartió un rato con una quincena de integrantes de la Escuela Taurina para hablar de cómo ha sido el paso de ser hace apenas tres años alumno de la Escuela Taurina de Badajoz a tomar la alternativa el pasado mayo en Nimes (Francia). «Al veros ahora recuerdo mis inicios y la ilusión por ser torero. Aunque os pueda parecer lejano, poco a poco y con esfuerzo se van cumpliendo los sueños», afirmó a modo de introducción.

Bajo la dirección de Noelia López, responsable de comunicación de la empresa de La Malagueta, el joven diestro extremeño recordó que ha actuado en dos ocasiones como novillero en el coso de la capital de la Costa del Sol. «Mis sensaciones en Málaga, a pesar de que no he cortado ninguna oreja, han sido siempre muy buenas. Espero que este año pueda cortar todas las orejas que tengo pendiente en Málaga», dijo.

Una referencia a la corrida en la que está anunciado dentro del abono y que se celebrará el próximo 16 de agosto en un cartel junto al murciano Paco Ureña y el peruano, aunque formado en la Escuela Taurina de Málaga, Joaquín Galdós ante los toros de Santiago Domecq. Se da la circunstancia de que los tres actuantes debutan como matadores en La Malagueta. «Tengo puestas todas mis ilusiones en la corrida de Málaga por el cartel y por la plaza ya que un triunfo aquí podría abrirme muchas puertas. Es un cartel muy ilusionante, con Ureña, que es un torero muy interesante para el aficionado, y con Galdós, un torero joven que viene apretando fuerte», destacó.

Ginés Marín remarcó que es un torero que le da «mucha importancia» al capote y «lo trabajo día a día para buscar una mayor expresión». «Me gusta el toreo de capote. Morante es el espejo en el que me miro para torear con el capote. También intento coger cosas de diferentes toreros actuales y antiguos para crear mi propia personalidad», aseguró mientras dibujaba al aire varias verónicas y chicuelinas explicando los criterios técnicos.

En cuanto a la muleta, Marín reconoció que hubo una primera fase de su trayectoria se sentía más fuerte con la izquierda y que ahora se está sintiendo «muy cómodo con ambas manos». Fue la puntilla a una clase de toreo teórica y práctica que concluyó con una ovación junto a las milenarias piedras de la Alcazaba.

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