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Estudiantes de la Universidad de Málaga en el final de su graduación. IRENE MANZANO

El gran dilema universitario: «¿Qué hago cuando termine la carrera?»

Los estudiantes, llenos de certezas y dudas a partes iguales, se plantean los diversos caminos que elegir en esta nueva etapa

Irene Manzano

Lunes, 16 de diciembre 2024, 19:06

La vida se conforma de las respuestas de ciertas decisiones que se plantearon en un determinado lugar y momento. Desde que los seres humanos nacen han de aprender a elegir aquello que repercutirá de lleno en su futuro, aunque en ocasiones, se trate de un venidero muy lejano. Eligieron realizar la que era conocida como selectividad, se decantaron por una carrera más o menos afín a sus perspectivas y ahora, que han logrado graduarse, parecen no haber alcanzado la cima. Un sabor agridulce para quienes han acabado y se preguntan: «¿Y ahora qué?».

Samuel Pineda (2002, Córdoba) terminó en junio Traducción e Interpretación y optó por entrar en el grado de Filosofía; Desirée Mora (2002, Málaga) acabó Terapia Ocupacional y directamente quiso encontrar trabajo dentro de su sector; Nazaret Escribano (2002, Málaga) graduada en Educación Primaria se decantó por estudiar las oposiciones de maestros; por su parte, Enrique Gómez (2000, Marbella) que estudió Ingeniería de Sonido e Imagen prefirió comenzar el Máster de Ingeniería Acústica de la UMA. Todos jóvenes que escogieron senderos completamente distintos.

«Cuando acabé la primera carrera, me sentí muy poco satisfecho e incompleto sobre lo que había aprendido, sentí que me faltaba saber más», se sinceró Pineda, al que tampoco le convencía ningún máster. Para su sorpresa, el grado que hace ahora «le gusta más que el anterior» pero percibe una mayor exigencia y complicación.

En un principio, Desirée Mora pensó empezar un máster enfocado en la neurología, pero las circunstancias la condujeron hacia otros destinos. «Actualmente, los másteres son escasos y no hay muchas opciones para elegir, además de ser bastante caros, por lo que antes quería trabajar para ahorrar un poco y pagarlo».

Enrique Gómez buscó especializarse tras terminar sus estudios: «Me quería especializar aún más en la rama de acústica, que era lo que más me había gustado durante el transcurso del grado». En el máster ha descubierto que profesionalmente, «es lo que siempre había soñado».

La idea que rondaba la cabeza de Nazaret Escribano no era presentarse a una oposición cuando acabó Educación Primaria, pero una charla orientativa le cambió los planes. «Considero que cuanto antes empieces en el ámbito de las oposiciones, te va a ser más fácil llegar a la plaza, con el hecho de ser interino, luego te preparas el máster y puede ser una gran oportunidad para coger la plaza fija».

Planes de futuro

Y aunque para ellos, el futuro aún es incierto, tienen claros sus objetivos. «Me encantaría formarme en todos los ámbitos que me parecen interesantes, para poder ofrecerle a los pacientes una rehabilitación más completa. También me gustaría ganar experiencia en diferentes ámbitos, como es el campo de pediatría», reconoció Mora.

Para la futura docente, la meta es presentarse a las oposiciones y entrar en la bolsa de interinos. «Espero algún día tener una plaza fija en un centro, si es de compensatoria, mejor porque me gustan mucho los retos. Los colegios de compensatoria son los centros que están en riesgo de exclusión social», manifestó Escribano.

«Me gustaría ser investigador, compaginarlo con la traducción humanística y llegar hasta donde mi ser me permita», explicó filosóficamente Pineda. El estudiante recalcó la importancia de mantenerse en constante aprendizaje, ya que supone «un enriquecimiento que permite el autodescubrimiento y una comprobación de hasta dónde se puede llegar».

El ingeniero Gómez intentará hacerse imprescindible dentro de la empresa en la que se encuentra. «Cuando adquiera los conocimientos necesarios y tenga la experiencia suficiente para dominar todos los ámbitos posibles, a lo mejor monto alguna empresa».

Pluralidad de voces

En la actualidad, otro de los temas a debatir es la controversia sobre continuar estudiando y formándose o priorizar el trabajo. Enrique Gómez apoyó la idea de continuar los estudios y señaló que el aprendizaje y la especialización resultan fundamentales para destacar en sectores competitivos. «Cuanto más sabes de ese tema mejor, porque las empresas quieren contar con la plantilla más especializada posible», subrayó.

Ante las opiniones de quienes sostienen que extender la vida académica retrasa la entrada en el mercado laboral, el traductor respondió: «Estamos en un mundo diseñado para que sigas una estructura en tu trayectoria estudiantil y después en la laboral. Si puedes permitirte romper este círculo y estudiar de más, pruébalo».

«La experiencia práctica, al final, es invaluable y muchas veces supera los títulos académicos», expresó Mora. La terapeuta ocupacional de la asociación de Daño Cerebral Adquirido de Málaga (ADACEMA) destacó que la diferencia con respecto a cuando estudiaba es que ahora tiene más tiempo libre porque al menos, los fines de semana puede «desconectar».

En cuanto a las oposiciones, un tema recurrente de polémica, Nazaret Escribano resaltó: «No se trata de tiempo perdido, sino invertido. Es una carrera de fondo, que tienes que invertir mucho tiempo, pero al fin y al cabo, si te lo curras y persistes, se puede conseguir». Decisiones que implican factores personales, económicos y sin ninguna duda requieren de compromiso, esfuerzo y una visión clara del futuro deseado.

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