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Aula en la Facultad de Ciencias de la Comunicación y Turismo. EVA SÁNCHEZ NAVARRO

La Universidad de Málaga vuelve a quedarse sin vida

Las últimas medidas tomadas en Andalucía por la pandemia han decretado que la enseñanza superior pase a ser no presencial, exceptuando las clases prácticas, hasta el 23 de noviembre

EVA SÁNCHEZ NAVARRO

Málaga

Martes, 17 de noviembre 2020, 00:04

Silencio. Es lo único que se oye al pasear por las numerosas facultades de la Universidad de Málaga. Pasillos y aulas que hace apenas unos meses rebosaban de vida y de juventud se han ido apagando. La situación de crisis sanitaria ha hecho que el ajetreo de las clases de paso a la soledad del entorno, cuyos edificios en ocasiones solo están ocupados por el personal de secretaría, seguridad y limpieza. Algo que de momento se alargará hasta el día 23 de noviembre.

El curso 2020-2021 ya empezó siendo atípico, pero el aumento de casos de Covid-19 ha hecho que el cambio sea más drástico. Aún así, la docencia universitaria no se frenará a pesar de que las clases teóricas pasen al plano 'online', según las últimas medidas decretadas por la Junta de Andalucía. Aunque no todo será telemático, hay actividades que quedan exceptuadas de estas medidas. Entre ellas englobamos las prácticas experimentales, rotatorias, prácticum y actividades similares; las cuales se mantendrán de forma presencial, adoptando las medidas recomendadas por Sanidad. Los encargados de decidir las actividades que han adquirido este privilegio han sido los decanos y directores de los centros.

Esta situación ha afectado en gran medida a la vida de los universitarios, que en muchos casos se quejan de que las actividades prácticas y las teóricas no presenciales están seguidas. Por lo que es necesario que las sigan desde las aulas o bibliotecas, provocando que al final continúen manteniendo el contacto. Pero este no es el único problema al que se enfrentan. Cientos de alumnos de toda Andalucía se desplazan cada año a Málaga para asistir a sus clases, lo que supone un alto coste: desplazamiento, alquiler y demás gastos que se acumulan. Pero este año a eso se debe sumar que se han desplazado para asistir a clase solo a algunas horas a la semana. Mientras que a la mayoría de sesiones asisten desde sus pisos, los cuales comparten con otros alumnos.

Hall de la Facultad de Psicología y EducaciónZona verde en la Facultad de Ciencias de la Comunicación y TurismoPasillo de la Facultad de Filosofía y Letras

Esta situación es más fácil para la gente que vive en pueblos cercanos, ya que pueden volver a sus residencias familiares, si así lo desean, y desplazarse a la universidad solo los días que cuenten con clases prácticas. Pero aquí encontramos otro hándicap, la situación de la economía malagueña. Cientos de personas cuentan con esa inyección de dinero que supone el alquiler de los pisos a estudiantes, principalmente en Teatinos.

En cuanto a la parte que más estragos causa en los alumnos, los exámenes, los que estaban previstos para estas fechas se harán de forma no presencial. Mientras que para la evaluación de las prácticas mencionadas anteriormente será necesario asistir a los centros.

Los profesores universitarios tampoco lo tienen fácil. Los docentes deben continuar con su labor de investigación en las medidas en las que la situación sanitaria lo permita, ya sea presencial o teletrabajando. Aunque en ocasiones se encontrarán con ciertos inconvenientes, como el cierre de archivos que impedirá el acceso a muchos documentos o el poco contacto con los alumnos, que en ocasiones son una parte esencial de los estudios que realizan.

Pasillo en la Facultad de Ciencias de la Comunicación y Turismo. Parking entre la Facultad de Derecho y la de Psicología y Educación. Biblioteca de la Facultad de Derecho. EVA SÁNCHEZ NAVARRO
Imagen principal - Pasillo en la Facultad de Ciencias de la Comunicación y Turismo. Parking entre la Facultad de Derecho y la de Psicología y Educación. Biblioteca de la Facultad de Derecho.
Imagen secundaria 1 - Pasillo en la Facultad de Ciencias de la Comunicación y Turismo. Parking entre la Facultad de Derecho y la de Psicología y Educación. Biblioteca de la Facultad de Derecho.
Imagen secundaria 2 - Pasillo en la Facultad de Ciencias de la Comunicación y Turismo. Parking entre la Facultad de Derecho y la de Psicología y Educación. Biblioteca de la Facultad de Derecho.

A pesar de la situación algunos servicios ofrecidos estarán abiertos al público. Las bibliotecas mantendrán el horario hasta las 21.00 horas, con las mismas medidas con las que contaban hasta el momento: obligación de reserva tanto para puesto de estudio como para consultas de lecturas, aunque es poca la afluencia que reciben, exceptuando algunas como la Biblioteca General o la de la Facultad de Derecho. Las instalaciones deportivas también continuarán con el mismo horario, pero solo será posible transitar en las zonas al aire libre. Las últimas instalaciones que continuarán abiertas serán las salas de exposiciones, pero con las limitaciones establecidas en las normas y planes de prevención. Comenzando así un curso escolar con una dinámica muy diferente.

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