«No me imagino haciendo nada que no estimule mi creatividad»
«No saber qué voy a estar haciendo en dos años me da mucho miedo, pero también es emocionante»Emilio Núñez Guerrero 4.º de Comunicación Audiovisual
ALBA TRUJILLO LÓPEZ
Martes, 24 de mayo 2022, 00:01
A Emilio Nuñez Guerrero le costó decidirse por una carrera que abarcara todas las ramas del arte, fallida su búsqueda se matriculó en Comunicación Audiovisual con la esperanza de intentar profundizar más en sus pasiones: «Cuando llegó el momento de escoger estaba harto de fingir que en el fondo no deseaba que mis hobbies se convirtieran en mi trabajo. A mí me gusta el cine, la literatura... todo lo que tenga que ver con contar historias. Creo que tanto yo como las personas de mi alrededor guardábamos la esperanza de que encontrase una carrera más prudente que la mía y que a la vez que me gustase, pero no sucedió, así que me metí en Comunicación Audiovisual a intentar profesionalizar mis aficiones», confesó este alumno.
Del mismo modo, no se arrepiente de su decisión, ya que pese a que no le han agradado todas las asignaturas ha podido estudiar muchas materias relacionadas con lo que le realmente le apasiona independientemente del grado de dificultad de las mismas: «Imagino que la expectativa era la misma que la de cualquier chico o chica que acaba el instituto: la de por fin estudiar algo que le gusta. Y, efectivamente, lo estoy haciendo, y me alegro. Pero tampoco he idealizado la universidad. Sabía que por mucho que las asignaturas me fueran a interesar más que las que había cursado durante toda mi vida eso no iba a significar que fuera a ser todo fácil y divertido ni mucho menos. Ser prudente en ese sentido ha evitado que me lleve muchas decepciones cuando me he encontrado asignaturas o profesores que no me han gustado», se sinceró Emilio Núñez.
Lo que se lleva de la carrera a nivel personal es el gran aprendizaje, crecimiento y desenvoltura que ha desarrollado con la cámara a lo largo de toda la carrera, de pasar a ser un estudiante novel que ni siquiera sabía cómo manejar una cámara a ser un profesional participando incluso en algunos cortometrajes: «De la carrera me llevo que la primera vez que tuve clase de fotografía llevé una Canon recién comprada y me tuvo que explicar la profesora cómo pulsar el botón para hacer la foto. Y cuatro años después he participado en sesiones de fotografía, cortometrajes e incluso una web serie con mis compañeros. Podría hacerte una lista enorme de cosas que me encantaría saber y que ninguna asignatura me ha enseñado, y estoy tentado de hacerlo porque me gusta ser un poco 'criticón' con la UMA, pero prefiero quedarme con lo que sí he aprendido, porque la evolución es mucha», admitió este alumno que confesó no ver a muchos estudiantes felices con lo que están estudiando, hecho al que atribuye a un fallo educativo en el sistema.
«Que haya muchas salidas laborales no significa que haya oportunidades, ese es el problema»
Tiene una gran lista de historias y experiencias que contar de estos cuatro años de carrera, aunque ha querido hacer especial hincapié en su TFG: «Tengo demasiadas experiencias por contar, he hecho prácticas en el Festival de Málaga, estoy haciendo mi primer cortometraje, que será mi TFG, y estoy participando también en los TFGs de mis amigos. Cualquier cosa que incluya a mis compañeros siempre es un aprendizaje enorme», recalcó Emilio Núñez.
Respecto a su vida después de la carrera tiene claro que quiere seguir ampliando sus conocimientos dentro de esa industria con la realización de un máster que quiere estudiar en la capital española: «Quiero estudiar un máster, si todo sale bien, en Madrid, con una productora. Madrid es un poco la Tierra Prometida para los de audiovisuales porque es un sitio donde la industria tiene mucha vida. Pero después de eso hay un espacio en blanco», declaró Emilio Núñez.
Manual de instrucciones
Sin embargo, no todo va acompañado de una seguridad absoluta, siempre existe el miedo y la incertidumbre de qué va ser de uno cuando termine todo el ciclo de la vida del estudiante: «Al acabar el máster, no sé lo que viene después ni sé cuánta suerte voy a tener en el mundo laboral. En mi vida siempre ha sido obvio lo que venía después: la ESO, bachillerato, la universidad, el máster... es como un manual de instrucciones con el paso a paso, pero ya mismo se acaba el chollo. Por una parte da mucho miedo, es una especie de adrenalina, pero por otra también es emocionante no tener ni idea de qué voy a estar haciendo o quién seré en dos años. Soy muy positivo y algo me dice que las cosas saldrán bien», afirmó este alumno.
En cuanto a salidas laborales de esta carrera, abarca muchas ramas relacionadas con esta profesión, desde trabajar en el mundo que existe detrás de las artes escénicas a lograr ser un diseñador de videojuegos, entre otras muchas: «Mi grado es muy amplio, así que las salidas laborales son muy amplias: el mundo del cine, de la publicidad, el sonido, los videojuegos, el diseño gráfico, la fotografía..., pero que haya muchas salidas laborales no significa que haya muchas oportunidades laborales, ese es el problema», declaró Núñez Guerrero, que admitió estar siendo ilógicamente optimista teniendo en cuenta lo mal que está el mercado en su industria y las pocas oportunidades que se les da a la gente joven.
Algo que realmente teme es el no conseguir trabajar de lo que ha estudiado, ya que a estas alturas no se vería ejerciendo nada que no estuviese relacionado con la rama de audiovisuales: «Eso sí que me da miedo, escogí Comunicación Audiovisual porque no me veía en ninguna otra carrera y sé que hice lo correcto porque ahora no me imagino haciendo nada que no estimule mi creatividad y me deje contar historias. No tengo plan B», concluyó este alumno.
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