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Miguel Lorente, durante una conferencia. Cronica
«Ser hombre en pleno siglo XXI es también ser mujer»

«Ser hombre en pleno siglo XXI es también ser mujer»

Progama 'Dialogando'. El exdelegado del Gobierno para la Violencia de Género Miguel Lorente ha sido el invitado a la conferencia 'Masculinidad y violencia', organizada por FGUMA

NOELIA GR. HOYOS

Martes, 2 de febrero 2021, 00:03

Con las 'gafas moradas' puestas, un currículum de varias páginas y una trayectoria de renombre, el doctor Miguel Lorente protagonizó el pasado miércoles la conferencia 'Masculinidad y violencia', organizada por la Fundación General de la Universidad de Málaga dentro de su programa 'Dialogando'. En esta ocasión, la conferencia fue 'online' como consecuencia de la situación con el Covid-19. «Ser hombre en pleno siglo XXI es también ser mujer», señala el exdelegado del Gobierno para la Violencia de Género durante el gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero en relación a la visión actual de la figura del hombre y cómo debería ser de acuerdo a los tiempos que corren.

Vivir con un hombre en sociedad no es lo mismo que hace 50 años ni lo será dentro de 40, al igual que ocurre con las mujeres. La vida cambia y la sociedad se ve alterada. Sin embargo, un sector de la población sigue arraigado en ideas de desigualdad de género. Según el autor de los blogs 'Autopsia' y 'Cardiopatía Poética', donde escribe a diario de noticias relacionadas y sus ideas sobre todo lo que envuelve el machismo, «ser hombre en la actualidad es no creer que hay una serie de condiciones propias de los hombre sino que realmente, en una convivencia de igualdad, los elementos que tradicionalmente se han entendido como masculinos o femeninos no dejan de ser artificios para definir de manera interesada lo que un hombre o una mujer debe ser».

El SARS-CoV-2 ha cambiado la vida de todos, ha entrado como un huracán dejando huella a su paso a nivel mundial, y desgraciadamente un número de fallecidos muy superior al esperado, pero ha existido una predisposición para buscar una cura pronto. Sin embargo, Lorente explica que el machismo parece ser algo más que una pandemia ya que causa muchas muertes cada año y aún no nos hemos puesto manos a la obra para acabar con él. «Una pandemia tendría similitud con el machismo, si hubiera estado presente no en estos últimos años, sino en los últimos diez mil años porque el machismo surge en el Neolítico junto con todas las transformaciones», comenta el médico forense.

«Con el confinamiento, los maltratadores han encontrado el paraíso»

«Las redes sociales son como un 'amazon machista'»

«Para no ser machista hay que dejar de ser machista»

«El machismo es cultura, no es conducta», afirma Miguel Lorente

Según la Real Academia de la Lengua Española, cultura es el conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico. Todo lo que rodea al ser humano y permite desarrollarse forma parte de su cultura, a lo que Lorente añade que «el machismo es cultura, no es conducta. El machismo no es el comportamiento de determinados hombres en determinadas situaciones y con determinadas mujeres. El machismo es la construcción de la cultura desde esa visión androcentrista, es decir, desde las perspectivas y elementos que los hombres han definido a lo largo de la historia como comunitario», explica el profesor de Medicina Legal de la Universidad de Granada.

Políticas públicas

Ante una situación tan compleja y con tantos entresijos, según Lorente la solución corre de la mano de la educación. «El problema del machismo es social-cultural y la única posibilidad de que esto cambie es la sociedad, es decir, es la naturaleza la que va a curar. No hay normas ni restricciones que puedan corregir algo que forma parte de tu forma de ser y de entender la realidad. En todo ese proceso transformador, evidentemente hay que buscar una medicina que ayude y las políticas públicas tienen que ayudar a cambiar a la sociedad en ese sentido. Hacen falta políticas de promoción de igualdad y de corrección de la desigualdad, contra la violencia de género, contra la discriminación... Al mismo tiempo tenemos que crear espacio para avanzar como sociedad en igualdad. Además, la transformación no solo pasa por hacer lo que los hombres llevan a cabo sino de hacerlo de otra forma y que los hombres nos incorporemos a ello también», afirma el también director general de asistencia jurídica a víctimas de violencia de la Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía.

Pese a las altas cifras de víctimas de violencia de género que tiene España, explica que «a nivel internacional ahora mismo es, con diferencia, el país más avanzado en la lucha contra la violencia de género. Cuenta con determinación, seguimiento y desarrollo de políticas con evaluación sobre estadísticas y datos que lo hace el país con más elementos en la lucha». Tal y como señala el exdelegado del Gobierno para la Violencia de Género durante el gobierno de 2008-2011, «ETA asesinó en 42 años a 855 personas y el machismo en 13 años ha asesinado a 1079 mujeres a día de hoy. Es decir, ETA parece una banda terrible y lo es, pero lo que sorprende es que no se vea horrible el machismo que a día de hoy sigue asesinando a mujeres».

En los últimos meses, aumentaba la cifra de infectados por Covid-19 y a la misma vez descendía la de víctimas por violencia de género, hasta alcanzar un 73% menos. El confinamiento ha supuesto un punto de inflexión en este tema, siendo cómplice de los maltratadores. «Con el confinamiento, los maltratadores han encontrado el paraíso. Lo que ellos intentan es someter y controlar a la mujer y se han topado con unas circunstancias que han atrapado a las mujeres en los lugares donde surge la violencia que son sus hogares y además, ha mermado las oportunidades económicas para salir de la violencia. Esto ha disminuido el número de denuncias y el número de homicidios», señala. Sin embargo, 2020 ha sido un año con un alto índice de violencia, eso sí, confinada, alcanzando cifras históricas de llamadas al 016 con un 25% más que el año anterior.

Nuevas generaciones

Recibimos a diario noticias donde la violencia machista salta de generación en generación sin discriminar, llegando a alcanzar un incremento en los últimos años en edades tempranas y bajo el amparo en la mayoría de los casos de las redes sociales. «En edades más jóvenes, que son los que más uso hacen de ellas, es una especie de refuerzo existente. Esto es lo complicado, cuestionar lo existente y aportar un modelo alternativo. Un doble proceso muy complejo donde es más fácil apoyar las ideas anteriores. Los chicos jóvenes, acostumbrados a tener esa posición de referencia y de liderazgo, no están dispuestos a aceptar que las mujeres tengan criterio y decisión. Las redes sociales representan un entorno más amplio donde encuentran hombres como ellos y consiguen lo que no pueden conseguir de forma directa en la calle, es como un 'amazon machista', que les proporcionan dosis de autoestima, como si fuera 'amazon prime'», afirma.

En esta lucha por intentar cambiar lo que forma parte de la cultura, las universidades ocupan un papel esencial. Sus alumnos son ciudadanos jóvenes en pleno desarrollo personal que acuden a las aulas a formarse en su profesión del futuro, pero también como personas. Miguel Lorente recalca que «las universidades deben poner más de un granito de arena en esta lucha, deben poner un desierto para acabar con esto. Tienen una triple responsabilidad: como parte de la sociedad no debe permitir ese tipo de conductas o valores que formen parte del decorado habitual del campus; tiene la responsabilidad de hacerlo para que ejerzan las profesiones que imparten en la universidad, lo haga desde una perspectiva que cuestione la realidad machista; y por último, tiene la obligación de profundizar en el conocimiento para romper con los prejuicios y mitos que están alrededor de estos comportamientos».

Disección de la realidad

Miguel Lorente, además de escribir en sus blogs 'Autopsia' y 'Cardiopatía Poética', donde cuenta con un gran número de seguidores, es autor de numerosos libros. Su última obra, 'Anatomía al machismo', le está proporcionando grandes reconocimientos. «Estoy contento por lo que recibo por redes sociales, estoy viendo receptividad. La motivación se dirige a la necesidad de profundizar y de incidir en la capa de normalidad que el machismo impone a través de la costumbre, etc... tenemos una imagen de la realidad totalmente distorsionada por todas las capas de aparente normalidad que impone el machismo. Creo que hay que diseccionar la realidad y ver el significado de las cosas que suceden y detrás de lo que hace que sucedan», afirma. «Lo que busco en el libro es eso, jugar con la palabra autopsia, como necesidad de incidir y diseccionar la realidad, y segundo, etimológicamente significa 'ver por uno mismo'. Considero que es muy importante ver todo esto, ver uno mismo la realidad», explica el profesor.

Miguel Lorente lo tiene claro y concluye que «no hay una única realidad y para no ser machista hay que dejar de ser machista porque nuestra forma de socializarnos está condicionada por ese modelo, es lo normal porque es nuestra cultura. Si tú no haces algo por cambiar tu posición dentro de la realidad, cuando esta viene definida por la desigualdad, la violencia de género, la discriminación, etc, estás contribuyendo a que continue. Hay que tener presente que hoy hay muchas mujeres que están siendo maltratadas».

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