
Secciones
Servicios
Destacamos
CRISTINA PINTO
MÁLAGA.
Martes, 19 de noviembre 2019, 00:02
Luis Troughton lo tiene claro. «Nos falta mucho apoyo en la natación adaptada», afirma contundente. La ayuda a través de la difusión de campeonatos ya sean nacionales o autonómicos, de Juegos Paralímpicos o de cualquier noticia relacionada con el deporte adaptado «es poca» en su opinión. «Personalmente no me siento discriminado en la natación, pero sí creo que a este deporte en general todavía le falta mucho para avanzar con su difusión. La mayoría de campeonatos hay que verlos a través de Internet y en mala calidad porque en televisión solo ponen un pequeño resumen de menos de un minuto», confiesa el nadador.
Puede que esta sea una de las causas de la falta de clubes de deporte adaptado, en este caso en concreto en natación. Cuando comenzó Luis Troughton a competir fue desde el Fidias Córdoba. «Ni Jaén, Granada ni Málaga tienen clubes para natación adaptada. Con la cultura acuática que tiene Málaga es increíble que ningún club se dedique a entrenar a discapacitados físicos», critica. En el Fidias también entrena otro malagueño, Tomás Moreno, compañero y confidente en la rutina.
Es por ello que el joven se plantea al terminar los estudios seguir formándose como entrenador de natación y crear ese club malagueño que él no pudo tener. «Me plantearía hacer un club de discapacitados en Malaga. Además, mi compañero Tomás también quiere estudiar para conseguir el título de entrenador. Nuestra idea es formar los dos un club o, si no, un filial de nuestro club, que ya lo hemos hablado con nuestra entrenadora y le parece una magnífica idea, está encantada. En Málaga un club de natación adaptada sería un boom», comenta el joven.
Para conseguir esto son tres cursos los que tiene que superar Luis. Con mucha ilusión , ya tiene una idea en la cabeza. «El primero me lo puedo sacar en poco tiempo y aquí mismo en Málaga. El segundo sería en Sevilla, aunque algunos años lo hacen aquí también. Y el tercero ya sería un año en Madrid, un curso bastante complicado, pero me encantaría».
A pesar de asegurar que en este deporte no se ha sentido discriminado de manera personal, hace tan solo unos meses, en enero, el joven malagueño sufrió un hecho que no fue nada justo. En un cine del Rincón de la Victoria le prohibieron poder elegir butaca en la fila que quisiera, ya que tenía que estar «por obligación» en primera fila. «Iba con mis amigos y en cuanto me vieron me dijeron que no podíamos elegir la fila. Me negué a tener que quedarme justo delante de la pantalla sin ver bien cuando siempre había ido con mis amigos y nos habían dejado elegir sitio», cuenta Luis. Esta noticia tuvo mucha repercusión al compartirla en redes sociales y el malagueño asegura que eso le sirvió para darse cuenta del apoyo que tuvo. «Valoro los comentarios positivos», dice Luis tras una sonrisa.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.