Natalia Torres: «Berkeley ha sido una nueva oportunidad de futuro»

¿Has pensado alguna vez en tener tu propio negocio? ¿Y si esa idea que tienes en mente desde hace años se convierte en una realidad? El emprendimiento se arraiga cada vez con más fuerza en nuestra sociedad. La cultura empresarial está cambiando sus bases optando por la innovación, la proactividad y la creatividad y los jóvenes son consciente de ellos.

Natalia Torres Ramos, graduada en Ingeniería de Diseño Industrial por la Universidad de Málaga y actual estudiante del Máster de Liderazgo, Emprendimiento e Innovación de la UMA, ha guiado su carrera profesional hacia el emprendimiento. Junto a seis estudiantes de la UMA, Natalia Torres ha participado en el programa Berkeley Method of Entrepreneurship Bootcamp de la Universidad de UC Berkeley, en California, y gracias al proyecto 'Red Box' ha sido galardonada como una de las tres mejores ideas de negocio.

De un total de 16 proyectos empresariales desarrollados y presentados durante el evento, 'Red Box' ha sido premiado por el desarrollo e innovación que presenta. El equipo ha desarrollado un modelo de negocio de suscripción mensual que junto a una aplicación mejora el proceso de compra de productos de higiene femenina. Natalia Torres junto a su equipo enfocaron su trabajo en encontrar una solución para una problemática global que afecta a todas las mujeres: romper el tabú de la higiene femenina.

Esta idea se transformó en un modelo de negocio de suscripción mensual que, a través de un aplicación móvil, ofrece nuevas herramientas que mejoran el proceso de compra de productos de higiene femenina. La idea principal es proporcionar a las mujeres distintas herramientas para que puedan probar diferentes métodos para la menstruación alejados de lo tradicional.

Este modelo de negocio se sustenta mediante el envío mensual de una caja personalizada de higiene femenina. Dentro de la misma, cada mes se incluye una muestra seleccionada de productos de higiene enfocados a las características, intereses y necesidades de cada una de las usuarias. La personalización de cada envío se gestiona a través de la aplicación. Un programa informático se encarga de analizar cada uno de los datos y opiniones ofrecidos por las distintas usuarias y, en relación con ellos, elige qué productos serían más favorables.

Con ello, el equipo de 'Red Box' busca ofrecer a las mujeres una forma única y personalizada de conocer, aprender y experimentar diversos métodos de higiene femenina con el fin de encontrar el que mayor le beneficie mientras les ayudan a conocerse mejor a sí mismas y sentirse más cómodas con su cuerpo.

-¿Por qué decidió participar en el programa Berkeley Method of Entrepreneurship Bootcamp?

-Participar en este programa de emprendimiento no es algo que esté al alcance de todas las personas, por lo que más que decidir ir fue algo que se me presentó. Participé en el Hackathon 'Flash Session' de la UMA y, gracias al trabajo de mi equipo, conseguimos ganar el primer premio grupal. Además, este taller incorporaba tres premios individuales para los mejores estudiantes y yo conseguí uno de ellos. Ese gran premio era la matrícula del Bootcamp, son programas muy caros y sin esa ayuda habría sido imposible ir.

-¿Tuvo alguna preparación previa para el programa?

-Sabía que el programa al que iba era un formato muy parecido a los hackathon que organizan en la Universidad de Málaga. Usan los mismos formatos que hacen en Silicon Valley, entonces tenía una idea preconcebida de lo que iba a ser, aunque fueron muchas las diferencias. Tenemos mucha suerte de contar en la UMA con programas de este nivel.

-¿Qué le ha supuesto vivir esta experiencia?

-La Universidad de Málaga, junto a Acotral, me han dado una oportunidad increíble, he podido ir a Silicon Valley, estar con mentores y personas que realmente se dedican a montar empresas y conocer de primera mano la cultura de emprendimiento y startups. No he visto algo así en mi vida, Berkeley ha sido una nueva oportunidad de futuro.

-¿En qué consisten los talleres de emprendimiento?

-El programa es un intensivo de cinco días en el que te dan píldoras de información muy variada y necesaria para elaborar un proyecto empresarial. Tratamos temas desde modelos de negocio y marketing hasta cómo comunicar el proyecto y cómo introducirlo en el mercado. Son actividades estructuradas e impartidas por profesionales de muchos ámbitos de conocimiento. Todos los días, teníamos conferencias, talleres y trabajo en grupo y poco a poco fuimos perfilando nuestra idea de negocio.

-¿Qué fue lo que más le sorprendió del 'bootcamp'?

-A nivel de Universidad, lo que más me sorprendió fue la habilidad que tienen para hablar en público. Cualquier persona, no solo los profesores, saben expresarse muy bien y sin nervios. Al final eso es importante puesto que puedes tener una idea muy buena, pero si no sabes comunicar no llegarás a ningún lado. Otra gran diferencia es la cultura de 'startup'. Todos los americanos que conocí tenían como idea de proyecto realizar una y eso es muy raro en nuestro país. Nunca había visto algo igual.

-Centrándonos en la idea de negocio, ¿por qué decidió unirse?

-La idea principal es proporcionar a las mujeres distintas herramientas para que puedan probar otros métodos para la menstruación. No solo existe un único método y hay algunos que les pueden funcionar mejor, pero no lo saben y nadie se los enseña. En el momento que oí la idea de negocio me encantó, me pareció un gran proyecto y decidí unirme. Sinceramente fue mi primera y única opción.

-¿Cómo se crea 'Red Box?'

-Creamos un modelo de negocio de suscripción mensual basado en una caja donde se incluyen distintos productos enfocados a las necesidades de cada usuaria. Todo esto se hace a través de una aplicación que mejora el proceso de compra y con la información dada personaliza el producto. En 'Red Box' hacemos algo específico para cada mujer y le damos la mano para guiarlas y conseguir que estén más cómodas consigo mismas.

-¿Quién está detrás de esa idea?

-Todo surgió de la líder del grupo, ella es estudiante de Berkeley y expuso su negocio al que nos unimos cuatro miembros más. En total éramos tres chicas, yo y dos americanas, y dos chicos, un alemán y un estadounidense. Me sorprendió mucho que no fuéramos todas chicas, pero eso enriqueció el proyecto, tuvimos conversaciones muy interesantes y conseguimos información desde el punto de vista masculino.

-¿Cómo fue el proceso de organización?

-Este 'bootcamp' lo que busca realmente es ayudarnos a iniciar y dar forma a nuestra idea de negocio, es como dar como un borrador muy específico de lo que sería el proyecto. Cada uno teníamos un rol asignado centrado en un área de conocimiento diferente y específica. Yo me metí más en la parte de diseño de producto, ya que he estudiado Ingeniería de Diseño Industrial y conocía ese aspecto.

-Se presentaron 16 proyectos y el suyo fue uno de los tres equipos ganadores, ¿cómo se sintió?

-Sinceramente, a mí no me sorprendió. Yo veía que el resto de equipos trabaja muy bien y si no nos lo daban no pasaba nada, pero me pareció como un punto lógico en el camino que habíamos llevado y en el contexto del 'bootcamp' de cómo habíamos trabajado y de esa evolución que habíamos tenido desde el primer momento. En el 'bootcamp' todos conocían el proyecto, creo que fue algo que realmente caló en las personas.

-Tras la gran acogida y éxito que tuvo la idea en el programa, ¿han pensado en continuarlo en el futuro?

-En este proyecto tenemos que estar en contacto continuamente porque cada miembro está en un país diferente. Aun así queremos continuarlo y aprovechar todas las infraestructuras y ayudas que Berkeley ofrece. Debo decir que me encantaría continuarlo por el equipo porque aunque hayamos empezado el proyecto, esté bien estructurado y sea una buena idea, lo esencial es el equipo y en mi caso son geniales. Tú ves un grupo así y sabes que hagas lo que hagas va a funcionar.

-¿Cómo le ha beneficiado participar en un proyecto de esa envergadura?

-Llevo mucho tiempo participando en programas de este estilo, pero Berkeley ha sido otro nivel de funcionamiento. Allí tenía que enfrentarme a nuevos problemas, en otro idioma y con personas de distintas culturas. Esto me ha ayudado a desenvolverme y he aprendido a salir adelante y la confianza en mí misma ha aumentado.

-¿Y con respecto al área profesional?

-Participar ha sido un gran cambio. He conseguido crear una red de contactos que, de otro modo, no podría haber conseguido. Ahora conozco a profesionales de Silicon Valley y estudiantes de la Universidad de Berkeley con intereses en el emprendimiento.

-¿Cuál fue la mayor dificultad a la que se enfrentó?

-Lo que más me costó fue salir y relacionarme con el resto de participantes, aunque lo que más me gustó fue conocer a mi equipo. Diría que es un arma de doble filo, como parte mala está el choque cultural al que tienes que adaptarte, pero como parte buena te llevas mucha riqueza, conoces diferentes puntos de vista e historias ya no solo de Estados Unidos sino del resto de culturas.

-¿Cómo definiría su experiencia?

-Mi experiencia se definiría como salir de tu zona de confort a un nivel extremo, pero consiguiendo una recompensa aún más alta. Inviertes un gran esfuerzo durante ese tiempo, pero los beneficios son incalculables tanto en lo relacionado con los conocimientos, red de contactos o cultura como de conocerte a ti misma. No solo aprendes mucho profesionalmente sino personalmente. Ahora me siento una nueva persona.