
PAULA F. AGUILAR
Martes, 3 de mayo 2022, 00:01
Con una larga y fructífera carrera en el mundo de la radio y la televisión, este guionista, locutor y humorista también destaca por ser el autor de libros de humor como 'Marvel: ¡qué hermosa eres!' o '¡Viva la madre que me parió!' y participar en exitosos programas de radio en podcast. A pesar de que este polifacético artista no quiera «ponerse etiquetas ni reducirse a un simple oficio», se puede decir que Arturo González-Campos brilla por su originalidad, cercanía, pasión por su trabajo y ser un abierto negacionista de la cebolla en la tortilla de patatas.
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González-Campos visitó la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Málaga y apostó por un nuevo y original modelo de coloquio que sorprendió a los estudiantes universitarios: dejar que los asistentes creasen el guión del encuentro. Con un ritmo ágil y vivaz, el humorista invitó al público a dejar de ser meros espectadores para actuar como motor y protagonistas de la iniciativa. Un encuentro distinto marcado por el trabajo común.
«Vivimos en una sociedad de consumo en la que solo recibimos información y decidimos si nos gusta o no. Estamos acostumbrados a que haya personas que piensen por nosotros y todo lo que requiere un esfuerzo personal nos molesta. Os pido que cambiemos el orden de las cosas y seáis vosotros quienes me hagáis trabajar aquí. Estamos dando una trascendencia muy fácil a nuestra opinión y esta solo es importante si viene con un trabajo previo», explicó el humorista, guionista y locutor Arturo González-Campos.
Su participación en el mundo de la radio en podcast ha convertido a este humorista en una celebridad gracias a programas como 'Todopoderosos' y 'Aquí hay dragones', dirigido junto al escritor Juan Gómez-Jurado, el humorista Javier Cansado y el cineasta Rodrigo Cortés, o 'Mi año favorito' realizado con el actor y cómico Dani Rovira. González-Campos ha conseguido adaptar su particular comedia a los nuevos tiempos y ganarse la vida hablando con sus amigos sobre las cosas que le gustan.
Tal y como expuso el locutor: «No me puedo quejar, hago lo que me gusta con la gente que me gusta, la vida me trata bien y tengo unos compañeros de la hostia. Desde que comencé a trabajar he invertido mucho tiempo y esfuerzo para prepararme para esto y ahora tengo la suerte de poder dedicarme a ello. Curro bastante, pero con alegría. Soy muy feliz».
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A pesar de ser definido por sus compañeros como un «vago que no hace nada», su metodología de trabajo se basa en la pasión y el gusto. «El único baremo que tengo en cuenta al hacer mi trabajo es que no me aburra. Parto de que me guste con quién o sobre qué hablo y, especialmente, de lo positivo. No leo las críticas y hablo de personas que admiro. Además, en nuestro podcast damos un paso más allá que es explicar por qué nos vuelve locos».
En una carrera tan diversa y extensa es inevitable tener muy de cerca el fracaso. Un tema que Arturo González-Campos tiene muy presente desde que inició su recorrido profesional. Tanto es así que su lema de vida está marcado por los errores: cuando dejas de aprender morirás.
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«El humor viene a partir de la tristeza; para ser capaz de valorar el humor únicamente puedes hacerlo por contraste y porque has catado la pena y el miedo. La tragedia es lo que te coloca en el sitio correcto, mientras eres feliz recoges flores pero cuando te viene el ostión te das cuenta de la realidad y debemos aprovechar esa situación crítica para recolocar nuestra vida. La base de todo es aprender», declaró el humorista y locutor.
El encuentro toma un aspecto más crítico al tratar el tema controvertido de los límites del humor. Al igual que en la gastronomía, la música o el cine, se encuentran obras que marcan un antes y un después en la sociedad y otras que, simplemente, pasan desapercibidas. Entonces, ¿por qué escandalizarse cuando no gusta un chiste?
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Esta es la reflexión a la que llega González-Campos y es que, tal y como afirmó: «El humor es tan primitivo como el deseo. Hay dos factores en un chiste que juegan al mismo nivel: el chiste y la persona. Lo que cuesta entender es que la reacción ante un chiste no es igual en cada persona, es decir, los límites del humor se encuentran dentro de cada uno. Los resortes del humor son personales, el hecho de que no te guste un chiste solo significa que ese humor no es para ti».
Tras un jornada de reflexión, risas y bromas, el humorista tomó las riendas para dar una lección magistral. «Nunca pidáis consejos porque son crímenes perfectos, quien lo da no recibe las consecuencias de quien lo recibe. Que me haya funcionado a mí no significa que a ti también, así que no busquéis la frase de Mister Wonderful que te de la felicidad, la vida no funciona así. Curráos la vida», concluyó Arturo González-Campos.
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