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La mayoría de los participantes posa en el Ayuntamiento, tras haberse disputado la final. :: f. torres

El poder de las palabras

Medio centenar de jóvenes participan en el V Torneo de Debate Académico de Málaga, en el que un equipo cordobés se llevó la victoria

JUANMA RODRÍGUEZ y FERNANDO TORRES

Viernes, 8 de abril 2016, 18:46

«Siempre debatimos contra ideas, no contra personas». Esta es la esencia del Torneo de Debate Académico de Málaga (TDAM) según Antonio Morales, integrante de uno de los seis equipos que presentó la asociación Kairós en representación de la Universidad de Málaga en la quinta edición de este certamen, celebrado la pasada semana en la capital.

En total, 50 jóvenes han participado este año completando 11 equipos procedentes de diferentes universidades y ciudades de España. Además de los seis equipos de Kairós en nombre de la UMA, acudieron un equipo de Córdoba, Dilema; uno de Valladolid, el Universidad Europea Miguel de Cervantes; otro de Barcelona, Universidad de Barcelona y dos de Granada, Babel 1 y Babel 2. El grupo vencedor fue Dilema, que se disputó el título con Kairós 3, equipo finalista. El conjunto ganador recibió un premio en metálico de 2.000 euros. A su vez, un miembro del equipo vallisoletano, Roberto Abad, fue galardonado con el premio al mejor orador.

La pregunta que marcó el debate fue '¿Es deseable un gobierno único mundial?'. Hasta cinco minutos antes de que comenzaran las ponencias, cada equipo no sabía qué posición debía defender, si negativa o positiva, aunque personalmente no estuviesen de acuerdo con la premisa a argumentar. Por ello, tanto Tomás Pacheco como Natalia Fernández, ambos compañeros de equipo de Antonio Morales y estudiantes de Filosofía, defendían que «el debate favorece la tolerancia» ya que, como bien les han enseñado en Kairós, «ninguna idea es válida hasta que está perfectamente argumentada».

Como pasa con el rugby, una de las cosas que más llaman la atención en un torneo de debate (con la pasión que esto desata) es la caballerosidad y compañerismo que tienen los participantes de todos los equipos. Una buena excusa para hacer amigos, conocer diferentes ciudades y, sobretodo, aprender un poco de cada uno: de las diferentes técnicas de discurso que utilizan los equipos, los argumentos empleados para construir el fondo del debate, la utilización del lenguaje no verbal de cada uno o del uso de fuentes que den valor a la ponencia.

La ciudad también gana

«Nos gustó mucho que nada más llegar a Málaga nos llevaran a visitar la Alcazaba», apuntó Gerard Rosell, uno de los integrantes del equipo de la Universidad de Barcelona. También destacó «la oportunidad de disputar la semifinal y final en sendos edificios emblemáticos de Málaga, como son el Rectorado y el Ayuntamiento». «Si no se hiciesen estos debates no los hubiera conocido», confesó Rosell, que reiteró que «es una manera de incitar a la gente de fuera a conocer Málaga desde el punto de vista más intelectual pero a la vez cultural».

Joan Torras, compañero de Rosell en el equipo de Barcelona, de acuerdo con este, también destacó el encanto de la ciudad. «Nada más llegar a Málaga ya metimos los pies en el agua», señaló.

El presidente de Kairós y organizador del evento, Jesús Baena, cree que «debe haber una implicación ciudadana, ya que esto beneficia a todos. La ciudad se nutre de todo el gasto que se haga». Según confirmó el propio Baena, se han invertido alrededor de 6.000 euros en la organización de este torneo. Además, para los participantes de fuera de Málaga se les ofertó la opción de pagar tres tarifas: una de 50 euros en la que se incluían los materiales y comida; otra de 135 que incluía además el alojamiento (por la zona de María Zambrano) y las dietas; y una última de 175 euros que contaba con la estancia en un hotel de cuatro estrellas.

El ejemplo de Málaga

Hace cinco años que Málaga revolucionó el Torneo de Debate Nacional, incluyendo la perspectiva académica dentro de este, por lo que se genera una reciprocidad entre aprendizaje y enseñanza. «Este torneo organizado en Málaga arrancó a raíz de un grupo de personas que les gustaba la oratoria y el debate», explicó Jesús Baena. Este es el primer año que Kairós se encarga de organizar el torneo.

Del modelo antiguo de introducción, dos refutaciones y una conclusión por cada equipo, se ha pasado a otro con dos rondas de argumentación más para cada uno, ya que el tiempo que anteriormente tenían para plasmar sus argumentos era escaso. Los equipos se han mostrado muy satisfechos con este nuevo formato que ha generado debates mucho más interesantes y divertidos que con el antiguo.

Kairós no solo se ocupa de la organización y participación en torneo de debates, también forma a los jóvenes universitarios que quieren aprender a hablar en público y a perder el pánico escénico.

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