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JUANMA RODRÍGUEZ
Domingo, 6 de marzo 2016, 01:17
Se intuía que no iba a ser el clásico homenaje a una carrera impecable. Sólo era necesario observar los gestos de complicidad entre los galardonados, la profesora María Teresa Martín Palma y el catedrático Pedro J. Arroyal Espigares -ambos jubilados- y de sus antiguas discípulas Alicia Marchant Rivera y Lorena Barcos Cebrián. Las miradas y las muestras de cariño evidenciaban el respeto y amistad que les une, y la emoción se palpaba en el ambiente.
El bello edificio de la Sociedad Económica de Amigos del País se llenó el pasado día 19 de personalidades del mundo universitario, amigos y familiares que asistieron a la presentación del libro 'Dicebamus hesterna die...', un estudio en honor a las brillantes carreras de Martín y Arroyal en el mundo de la docencia y de la investigación en el que han participado más de 30 compañeros y expertos bajo la coordinación de sus dos antiguas alumnas, editoras de la obra. Ellas ocupan hoy los huecos del departamento de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras que anteriormente llenaron los homenajeados.
«El testigo no ha podido quedar en mejores manos», destacó Teresa Martín, que al igual que Pedro J. Arroyal, se mostraba muy agradecida por la elaboración del libro, centrado en los trabajos de ambos docentes durante su trayectoria profesional. «Han extendido esta iniciativa a muchos compañeros de diferentes universidades de España y de los archivos. Para nosotros es una satisfacción y un orgullo enorme. Tenemos una deuda de gratitud difícil de expresar», comentó Arroyal con una mirada cargada de emoción.
Vidas paralelas
Las vidas de estos dos profesores han estado ligadas desde que se conocieron. Arroyal confesó que «Teresa y yo tenemos vidas paralelas. Nos conocemos desde hace 50 años, cuando coincidimos en la Universidad de Granada. La mayor parte de nuestras publicaciones son comunes y tenemos currículos paralelos».
Entre otras, una de las líneas de investigación donde más enfocaron su carrera fue la archivística, así como el derecho local y la elaboración de fuentes documentales para el estudio del Reino de Granada. Ahora, Marchant y Barcos las mantienen.
A pesar de estar jubilado, Arroyal mantiene una conexión con la vida institucional universitaria. «Pertenezco al grupo inicial de creación de la Universidad de Málaga», expresó el catedrático. «No sólo aporté a la Universidad la docencia, también en el gobierno fui secretario general y director general de Universidad e Investigación Andaluz».
Entre el público que asistió al acto, introducido por el presidente de la Económica, José María Ruiz Povedano, se encontraba el antecesor de Arroyal en la cátedra de Paleografía, Ángel Riesgo Terrero, uno de los pioneros en el estudio de este campo en Málaga y de los primeros catedráticos de España. Dos generaciones de relevos en la misma sala.
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