Objetivo: conseguir los mejores apuntes

Hace semanas que los centros de impresión de las distintas facultades no dan abasto. Los alumnos están de exámenes y necesitan el temario para poder estudiarlo. ¿Pero quién se encarga de elaborar ese material? Para ello hay que distinguir ante todo, dos tipos de alumnos: el que copia apuntes y el que los pide prestados. El que toma apuntes suele asistir rigurosamente a clase y llevar la asignatura al día. Otros alumnos, bien por motivos de trabajo, por no querer soportar a profesores que, sin moverse de la silla, desgranan desapasionadamente el temario o por consultar sin pudor Facebook y Whatsapp en móviles y portátiles llegan al final del cuatrimestre sin notas de su puño y letra. Pero no temen, saben que finalmente se harán con el temario completo.

El intercambio de apuntes es una práctica habitual que no distingue de alumnos ni de universidades. Cyntia Campos estudia Lade con Derecho y reconoce que no toma nota en clase porque prefiere estudiar los resúmenes de los libros de texto. «Los apuntes me los suelen pasar compañeros, aunque desconozco de dónde proceden». Algo común, sabiendo que muchos textos que circulan entre los estudiantes son de antiguos alumnos de la facultad. El origen no preocupa, sino la calidad. «Me da igual no conocer al autor de mis apuntes, lo que realmente importa es que estén actualizados y que coincidan con la materia que está dando el profesor en clase», afirma Alberto Cuevas, que está cursando el último año de Medicina.

Evaluar cuántos alumnos se están beneficiando de qué apuntes es difícil de averiguar, aunque hay quien es más cuidadoso con su material. «Sólo le dejo los apuntes a los que considero que verdaderamente se han esforzado», señala Álvaro Mesa, estudiante de Marketing.

Cooperativa

Para garantizar que todos los alumnos tengan acceso al temario de las distintas asignaturas, la Facultad de Medicina implantó el llamado sistema de cooperativa. Varios alumnos se encargan de elaborar los apuntes de una materia para posteriormente dejarlos en el centro de reprografía. Todo alumno que forme parte del grupo de la cooperativa no debe pagar por los apuntes del resto de asignaturas que esté cursando. Adrián Moya y Fernando Santos llevan dos años compartiendo sus apuntes con compañeros y consideran este sistema algo imprescindible en su carrera: «El hecho de que tus textos sean revisados por un compañero garantiza que sean de calidad y que estén completos», sostiene Santos. «Aunque faltes a clase siempre puedes contar con material totalmente actualizado», explica Moya.

Aunque el método para hacerse con las notas varía entre los estudiantes, todos coinciden en una misma lección: Los resultados dependen de las horas de estudio empleadas y no solo de los apuntes.