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Luz de la tarde en la cafetería del centro cultural 'Pablo Ruiz Picasso'. J. R. C.
El centro 'Pablo Ruiz Picasso', de asilo para huérfanos a oasis cultural en Torremolinos

El centro 'Pablo Ruiz Picasso', de asilo para huérfanos a oasis cultural en Torremolinos

Joya de Movimiento Moderno, el edificio fue inaugurado en 1935; llegó a estar abandonado, hasta que, en 1990, tras ser catalogado como monumento, se garantizó su protección, paso previo a que, en 2001, reabriera como espacio público

Viernes, 31 de mayo 2024, 20:24

Una parcela en la que caben tres campos de fútbol, en el número 42 de la calle La Cruz, alberga, en su interior, un inmueble imponente, de 7.000 metros cuadrados, exento, en mitad de jardines y con vistas al Mediterráneo. Es el centro municipal 'Pablo Ruiz Picasso', un oasis para la cultura, lleno de vida desde que abre, a las ocho de la mañana, hasta que echa el cierre, a las diez de la noche. Un monumento, con un origen singular y que, a pesar de haber estado abandonado, logró salvarse del frenesí del ladrillo.

«Es un lugar estupendo», explica Noemí Fernández Tro, técnica de la Biblioteca Municipal, ubicada en el edificio, con más de 150 usuarios y usuarias al día.

Conoce perfectamente la historia de su centro de trabajo que, comenzó, en 1935, como Colegio de Huérfanos Ferroviarios. Fue tras la ejecución del proyecto del arquitecto Francisco Alonso Martos. Este se inspiró en los criterios higienistas, fomentados en el Movimiento Moderno y vinculados especialmente al uso docente, como recuerda el concejal de Cultura, José Manuel Ruiz Rivas. Esta escuela, no era única en España, pero sí en Andalucía, y, como apunta la Fernández Tro, «está igual que cuando se construyó».

«La biblioteca, por ejemplo, ocupa el lugar en el que estaban los dormitorios, con unas vistas y una luz magnífica. Muchas de las antiguas alumnas, cuando han venido por aquí, nos lo han contado y se han emocionado por lo que aquí vivieron y por cómo se conserva», relata. Estas exresidentes son de las últimas hijas de trabajadores de los trenes en España que perdieron a sus padres que pasaron en esta escuela, que se mantuvo en servicio hasta 1973. Cuando comenzó su funcionamiento, en el albergue, había chicos y chicas, pero, con la dictadura, pasó a ser una institución femenina. A pesar de todo, mantuvo su carácter innovador, que se nota ya en la forma en la que se construyó, pensado para contar con ventilación e iluminación natural y con una fachada curva que mira al mar.

La fachada curva que mira al Mediterráneo y la escalera marcan el eje del edificio del Movimiento Moderno que, en su nueva etapa, como centro cultural, acoge todo tipo de actividades, como el festival de La Térmica Village. J. R. C./J. B.
Imagen principal - La fachada curva que mira al Mediterráneo y la escalera marcan el eje del edificio del Movimiento Moderno que, en su nueva etapa, como centro cultural, acoge todo tipo de actividades, como el festival de La Térmica Village.
Imagen secundaria 1 - La fachada curva que mira al Mediterráneo y la escalera marcan el eje del edificio del Movimiento Moderno que, en su nueva etapa, como centro cultural, acoge todo tipo de actividades, como el festival de La Térmica Village.
Imagen secundaria 2 - La fachada curva que mira al Mediterráneo y la escalera marcan el eje del edificio del Movimiento Moderno que, en su nueva etapa, como centro cultural, acoge todo tipo de actividades, como el festival de La Térmica Village.

Una vez dejó de tener uso como escuela, quedó un tiempo abandonado. «Se habla que había un proyecto para construir un hotel, pero la Junta estuvo lista y lo protegió», apunta la técnica municipal. Efectivamente, el 'Pablo Ruiz Picasso', antes de serlo, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1990 y, en 1996, el Ayuntamiento, convocó un concurso de ideas para restaurarlo, con la premisa de respetar su carácter docente. La obra fue adjudicada a los arquitectos Luis Feduchi, Arturo López-Bachiller y Pedro Morales Falmouth, precisan desde la Concejalía de Cultura. Esta recuperación culminó en 2001.

Desde entonces, el centro es un no parar, con miles de personas que pasan por su salón de actos, sus salas de cine, por clases de yoga, actividades infantiles, por la Universidad Popular Municipal y por la cafetería que, con precios populares, sirve desayuno, almuerzo y meriendas. Por tener, tiene hasta 400 plazas de aparcamiento y, últimamente, ha acogido un festival, La Térmica Village, en lo que ha sido la primera actividad organizada por el centro cultural de la capital fuera de Málaga o, sin ir más lejos, el pregón del Pride Torremolinos 2024, esta semana.

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