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Lorena Cádiz
Fuengirola
Lunes, 14 de agosto 2023, 00:09
De repente una voz empieza a tronar en varios transmisores al mismo tiempo. Habla de un código november y explica que es un niño, que ... tiene dos años, que lleva un bañador de color rojo y que la última vez que lo vieron estaba en torno a Tango 5 (una de las torres de vigilancia de los socorristas). Moisés prepara los mandos del dron y en apenas un par de minutos la máquina ya está en el aire buscando al niño. El código november es el que hace referencia a desaparecidos. Este año, solo en las playas de Fuengirola se ha conseguido localizar a cuatro niños gracias al innovador sistema de vigilancia a través de drones, que en este municipio cubre el cien por cien de la costa, con cuatro aeronaves distintas.
El código november de hoy se resuelve en apenas unos minutos porque un socorrista encuentra al pequeño deambulando por la playa. Hace unas semanas fue el dron el que localizó a tres menores tras dos horas de intensa búsqueda por tierra y aire. Y esa es solo una de las funciones que tiene este servicio, gestionado por la empresa Aeromedia, contratado por el Ayuntamiento de Fuengirola, y que funciona en constante coordinación con la empresa que se encarga de las labores de socorrismo en la playa, que en este caso es Socorrismo Málaga.
Los drones cuentan con su plataforma de despegue y aterrizaje en cuatro puntos distintos de la costa fuengiroleña. Esa plataforma siempre está situada junto a la zona habilitada para los socorristas, en primera línea de playa, y junto al dron siempre hay un piloto. Por protocolo, cada hora echan a volar la aeronave para que haga un barrido de la zona. Desde la arena el piloto observa cada detalle de la imagen que el dron le va transmitiendo. Si ve algo raro, de inmediato pone en aviso al servicio de socorrismo. De igual forma, si los socorristas perciben cualquier anomalía solicitan que se eche a volar el dron, independientemente de las salidas protocolarias. Es un trabajo en equipo entre un servicio y otro que requiere de una coordinación constante para que todo acabe siendo un éxito.
La inmensa mayoría de las actuaciones en las que intervienen los drones tiene que ver con cuestiones preventivas, dando alerta de las motos de agua cuando circulan por zonas que no deben o a más velocidad de la cuenta o colaborando cuando hay que sacar a los bañistas del agua en caso de una bandera roja. Los drones están preparados para volar sosteniendo un cartel amarillo o rojo, de manera que volando por toda la línea de costa van alertando a la población de que la bandera ha cambiado y el baño debe de realizarse con precaución o no realizarse directamente.
Pero además de esto juegan un papel fundamental a la hora de un rescate. Cada dron está preparado para poder transportar hasta dos chalecos salvavidas y un desfibrilador. Esto último es clave en lugares de difícil acceso. No hay que esperar a la ambulancia, si el dron lleva el desfibrilador y el socorrista puede llegar hasta allí rápido, los primeros auxilios se pueden adelantar varios minutos, que pueden ser fundamentales para salvar la vida de una persona.
Lo mismo ocurre con los chalecos. El dron está dotado con un servicio de megafonía, de manera que se puede hablar con cualquier persona que esté consciente y en apuros dentro del agua. «Podemos preguntarle si necesita ayuda e incluso intentar calmarla mientras llega el equipo de rescate, e igualmente nuestros drones pueden lanzarles hasta dos chalecos salvavidas, que no se soltarán del dron hasta que la víctima no lo coja», explica Moisés Jiménez, coordinador del Servicio de Drones de Rescate de Fuengirola. De nuevo, esto permite reducir los tiempos para atender a una víctima y, por tanto, ayudar a salvar vidas.
Hace poco ocurrió así en Fuengirola. «El socorrista nos dio el aviso de una señora que podía estar en apuros, echamos el dron a volar y el piloto no dudó y al ver a la mujer echó el chaleco. La mujer lo cogió rápido, y de inmediato vimos por la cámara que había una segunda señora en apuros. Ambas se agarraron al chaleco, hasta que segundos después llegó la moto de agua del servicio de socorrismo», cuenta el coordinador.
«Los drones están minimizando los riesgos de muchísimos usuarios de las playas y están salvando vidas. Somos un binomio fundamental», explican por su parte el director y el coordinador de Socorrismo Málaga, Juan López y Francisco Molina. Ambos defienden a capa y espada esta tecnología porque aseguran que supone una gran ayuda en la tarea que realiza los socorristas. «No es lo mismo que cada vez que dudemos de algo saquemos el dron, a que cada vez que dudemos de algo tengamos que salir nosotros con la moto, porque eso implicaría meter a personal en el agua, y si mientras sale otra situación en otro sitio, podría complicarse».
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