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La inestable situación que se vive en el seno del Carnaval de Málaga parece que no va a afectar a la fiesta del próximo año. Tras unos meses de calma tensa, en donde los diferentes actores no han terminado de ponerse de acuerdo sobre cuál era el patronato legítimo ni han avanzado en la elección de nuevo presidente, este jueves han anunciado un cese de las hostilidades para organizar la celebración de 2024.
Durante una asamblea convocada por la Asociación de Carnavaleros Malagueños, gran parte de los actores de la fiesta (entre los que se encontraban algunos de los patronos que se incorporaron a la fundación a mediados del año pasado) anunciaron que han llegado a un acuerdo con el resto de los miembros del patronato (los que estaban antes de la crisis abierta en 2022) para que el próximo año haya fiesta tal y como se conoce hasta ahora.
Aunque pudiera parecer un anuncio lógico, la noticia es realmente importante porque los aficionados no las tenían todas consigo, y más si se tiene en cuenta que el año pasado la ciudad estuvo a punto de quedarse sin carnaval por este tipo de desencuentros. Según el calendario que manejan las partes, el concurso arrancaría el 20 ó 21 de enero en el teatro de la ESAD y se prolongaría hasta el 2 de febrero con la celebración de la final en el teatro Cervantes. La fiesta en la calle sería del 3 al 11 de febrero.
Este acuerdo vuelve a enterrar el hacha de guerra entre las dos partes, que continuaban enfrentadas desde antes del inicio del pasado concurso. Y es que pese al compromiso inicial de celebrar elecciones este mismo año, finalmente tuvieron que suspenderse por falta de candidaturas. Al parecer, los patronos más antiguos querían ejercer algún tipo de monitorización sobre los nuevos patronos, algo que levantó muchos recelos y quitó las ganas a los interesados. «El carnaval se encontraba en tierra de nadie», reconocen ahora.
Una vez resuelta la cuestión festiva, que a la postre es la más importante, aún quedará por resolver la parte legal; y es que el actual patronato continúa dividido y enfrentado sobre la legitimidad de una parte o la otra. Al parecer, y según los documentos que constan en el Registro de Fundaciones de Andalucía, el consejo legal sigue siendo el formalizado en el año 2011 y que está formado por algunos miembros que ya no formaban parte de la primera línea. «Estamos esperando el papel que lo refrende», apuntan. En el caso de llegar dicho documento, Diego Flores se convertiría en el nuevo presidente y se empezaría a redactar los estatutos para celebrar elecciones. En caso contrario todo continuaría como hasta ahora, ya que los miembros del actual patronato han presentado alegaciones.
Diego Flores ya fue nombrado en julio del año pasado presidente de un patronato alternativo formado por las asociaciones carnavalescas cuando más enquistadas estaban las posturas. Los firmantes del documento aseguraban entonces estar «hartos de mentiras, oscurantismos y demás artimañas que hacen imposible cualquier negociación para un sosegado cambio». En aquel entonces, una reunión a tres partes mantenida con la concejala de Fiestas, Teresa Porras, logró apaciguar los ánimos. En esta ocasión, afortunadamente, parece que no ha sido necesario que llegue el agua al río.
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