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Eugenio Cabezas
Jueves, 13 de febrero 2020, 01:00
A Sebastián Sánchez la vida le ha dado un golpe de buena suerte, pero él sigue como si nada. Ayer mismo fue a trabajar a la reforma de una vivienda en pleno centro de Frigiliana a la misma hora de siempre. «Estoy en una nube, prefiero tener la mente ocupada ¿Qué otra cosa puedo hacer? Esto es lo que he hecho toda mi vida, desde que tenía 13 años», confesó a SUR, todavía visiblemente emocionado, este albañil de 53 años tras saber que había ganado el Rasca Megamillonario de la ONCE.
Por la puerta entreabierta de la vivienda en la que estaba trabajando no dejaban de asomarse vecinos que lo felicitaban. «Qué suerte, que lo disfrutes con mucha salud», le decían sus paisanos. Casado y con dos hijos, de 23 y 18 años, Sánchez aseguró que, «por el momento», no piensa dejar de trabajar, a pesar de tener la tranquilidad de que en su cuenta corriente dispone ya de 800.000 euros, una vez que se le descuente la retención que le hará Hacienda del premio de un millón de euros del sorteo con el que fue agraciado el pasado martes. Eran alrededor de las 13.00 horas cuando el vendedor David Martínez pasó por la obra donde estaba trabajando Sebastián Sánchez. «Casi todos los días me compra el cupón y algunas veces algún Rasca», dijo. Aquella jornada le quedaban cuatro boletos del Rasca Megamillonario. «Compré dos y un sobrino que trabaja conmigo uno, a él no le tocó y a mí me tocaron diez euros con el primero, entonces le dije a David que me diera el otro que le quedaba», explicó el agraciado.
Empezó a rascar subido en el andamio, «y de pronto empezaron a salir muchos ceros, me puse muy nervioso y le dije, ¿esto qué es?», rememoró el nuevo millonario de Frigiliana. El vendedor pasó el boleto por la máquina, que señaló «premiado, cobrar en entidad». «Empezó a dar vueltas, se sentó con las manos en la cabeza, me dio una alegría tremenda, porque es la primera vez que doy un premio así, y es la segunda vez que toca este Rasca en España», explicó el vendedor de la ONCE, que lleva en este puesto en Frigiliana desde 2003.
La suerte de Sebastián ha sido enorme, ya que la posibilidad de acertar este sorteo es de una entre seis millones, a diferencia del cupón diario, que es de una entre 100.000. «Por ahora voy a seguir trabajando en la obra y en el campo, es lo que llevo haciendo toda la vida», expresó el agraciado, que ayer era el tema de conversación en su pueblo natal y en otros cercanos como Nerja. «En el banco ya me han dicho que tengo que ir a hablar con ellos, no quiero precipitarme, pensaré bien lo que hago con el dinero», continuó Sebastián sin soltar el palustre, con el que se limpiaba los restos de cemento de las manos. «Fotos no quiero, soy muy feo para salir en el periódico», respondió entre risas a la propuesta de SUR.
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