Lalone crea un museo al aire libre en Rincón de la Victoria
Eduardo Luque está detrás de los murales que aspiran a convertirse en los nuevos iconos urbanos del municipio
Donde antes había una anodina pared, más bien fea, de cuatro plantas de altura, en la avenida del Mediterráneo, ahora hay dos chiquillos enormes que son los protagonistas de un mural. Una niña morena que mira de soslayo un rubio que le enseña una gerbera amarilla, recién cogida de uno de los maceteros que riega.
«Son dos fachadas muy sugerentes, que me brindaban muchas posibilidades y me dieron libertad absoluta para decorarlas. Al ser un lugar de mucho tránsito, busque un motivo 'blanquito', que a todo el mundo pudiera gustarle», explica el autor de este nuevo cuadro que decora la principal arteria de Rincón de la Victoria, en el meollo del municipio, junto a comercios y servicios de todo tipo y, prácticamente, a pie de playa.
Se trata de Eduardo Luque, conocido artísticamente como Lalone, el artista malagueño al que el Ayuntamiento ha encargado «crear un museo al aire libre». Y en ello está, en esta última pieza, busca propiciar un diálogo con los transeúntes, a los que llama la atención con la complicidad que hay entre los dos críos, que se hablan, sin abrir la boca, desde los ventanales a los que están asomados. Cada uno llena una parte de la medianera. Hay motivos florales, integrados en un jardín vertical que queda debajo de su trabajo y que se confunde, ya que parece que estaba pensado exprofeso como parte del dibujo, a pesar de que, en realidad, estaba mucho antes de que Lalone se pusiera manos a la obra.
«Tampoco era tan difícil dejarlo bonito, todavía se veían los restos de cuando cayó la calima. Pedía a gritos una intervención», bromea el que firma la reforma en este espacio de 18 de alto por unos 6 de ancho. Con este encargo, que no tiene título, todavía de estreno, Lalone confía en que, al menos, tenga un éxito similar a otro mural que realizó y que está a escasos veinte metros, un homenaje a la Virgen del Carmen, Un lienzo, de 60 metros cuadrados, que ha transformado la plaza Victoria Romero Ruiz, en el paseo marítimo. El grafiti está inspirado en una fotografía de Alejandro José Gómez y recrea uno de los momentos más emotivos de la procesión que se celebra cada año en el mes de julio.
«Me pasaron una imagen y me la llevé a mi terreno y, la verdad, rara vez la gente está tan contenta la gente con el resultado como en este trabajo», deja claro Luque. No es la única vez que el autor de murales recoge la idiosincrasia rinconera. Su primera incursión en este campo llegó, en 2023, con su homenaje a La Cochinita, tren que recorría parte de la costa este, entre Málaga y Vélez, con parada en el municipio rinconero. Este tributo le llevó a elaborar una pieza al aire libre, en los túneles de los Acantilados del Cantal, por los que circulaba esta línea.



El Centro de Folclore de Benalgalbón es otro de los lugares en los que se puede ver el estilo de Lalone. Allí dejó una de sus pinturas, protagonizada por Paco Maroto, figura indispensable de los Verdiales. Tuvo que enfrentarse, por un lado, a la responsabilidad de retratar a una persona tan querida y conocida y, por otro, a las propias características del edificio, en el que destaca la curvatura de la pared en la que trabajó Luque.
Otra de sus creaciones es un pajarillo, un dibujo dedicado a un ave común con el que trata de alegrar el día a los que se lo encuentran. «Al final, nuestro trabajo es ese, estar en la calle», apunta Lalone que, aunque satisfecho por la acogida de sus trabajos, cree que todavía falta reconocimiento para el arte de los murales. «Tenemos asumidas, por ejemplo, las vallas publicitarias y, en algunas ocasiones, todavía chirrían obras como las que yo hago que, lejos de vender nada, lo que hacen es dar valor a un entorno», reflexiona.
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