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El grupo de niños con trastorno del espectro autista, en el gimnasio del colegio Carmen Martín Gaite. :: e. c.
Canastas hacia la inclusión

Canastas hacia la inclusión

El club de baloncesto local promueve clases de baloncesto para 16 niños con autismo, de entre 3 y 15 años, desde septiembre

eugenio cabezas

Domingo, 2 de febrero 2020, 00:13

Cuando a Víctor Mendicuti le preguntaron sus compañeros de equipo del Club Baloncesto Rincón de la Victoria porqué no apuntaba a sus hijos a este deporte, como hacían ellos con los suyos, respondió: «Ya me gustaría a mí que pudieran venir a entrenar y divertirse». Mario y Víctor son mellizos, tienen tres años, son como dos gotas de agua en lo físico y, por ahora, también en sus comportamientos: ambos están diagonosticados con un Trastorno del Espectro Autista (TEA).

La conversación se produjo la temporada pasada. Los responsables del club decidieron dar entonces un paso al frente y hacer realidad el deseo de este padre. Así, desde septiembre la entidad deportiva, fundada en 2016, cuenta con dos equipos de 16 niños autistas, con edades que van desde los 3 a los 15 años. Entrenan dos días a la semana, los martes y los jueves, en las instalaciones del colegio público Carmen Martín Gaite. El grupo de los más pequeños, en el que están los mellizos, lo hace de 17.00 a 18.00 horas, y hasta las 19.00 horas acuden los mayores.

«Están consiguiendo grandes avances, algunos no querían al principio ni entrar al gimnasio, donde tenemos la canasta y hacemos las sesiones», cuenta Edurne Rodríguez, coordinadora de la actividad. El comportamiento del grupo es muy diverso, «pero estamos alcanzando cada día nuevos logros, tanto individuales como del grupo», remarca Angi Torres, entrenadora principal, que cuenta con el apoyo de los voluntarios Sergio Estrada y Cristina Plaza. La dinámica de la sesión comienza con un calentamiento, en el que el grupo realiza varios estiramientos. No resulta fácil. Quedarse quietos, mover la cintura, las rodillas o los tobillos, siguiendo las indicaciones de Torres, sin sentir la necesidad de salir corriendo hacia la pared o coger una de las pelotas que están esperando junto a la canasta. «¡Choca, eres un campeón!», les dice Angi Torres.

Agradecimientos

Con el reto superado, continúa la parte más divertida de la sesión para el grupo de los mayores: lanzar la pelota y tratar de encestarla. Pero antes tienen que superar algunos obstáculos, como dar un salto con los pies juntos por encima de un bloque rojo. Con disciplina, esperan su turno. La sesión fotográfica para este reportaje fue otro desafío que superaron con nota estos auténticos campeones de un deporte sin barreras, con el que la diversidad funcional se abre hueco y les ayuda, además, a realizar ejercicio. Tras varios intentos, el grupo posa sonriente para inmortalizar esta iniciativa pionera en la provincia.

No en vano, el proyecto del Club Baloncesto de Rincón de la Victoria se ha puesto en marcha de manera simultánea al del exjugador del Unicaja Berni Rodríguez en el pabellón de Los Guindos de la capital, con el Proyecto 675, del que SUR se hizo eco el pasado 8 de diciembre, con jóvenes con autismo y Síndrome de Down, y que fue portada del periódico en esa jornada dominical del puente festivo. En Rincón de la Victoria, Sergio, Felipe, Oliver, Nico, Gonzalo, Charly, Esteban, Alejandro, Víctor, Mario, Julio, Ángel, Cristóbal, Antonio, Nico y Hugo forman un auténtico 'dream-team' en el que los sueños de estos niños autistas son igual de grandes que los de sus padres para conseguir una auténtica inclusión social.

«Para nosotros es un orgullo poder ofrecer esta actividad, los valores de la integración, el respeto y la solidaridad son muy importantes y se los intentamos transmitir a todos los que forman parte del club», dice Alejandro Platero, presidente de una entidad que cuenta con 300 jugadores, de todas las categorías, desde prebabys hasta séniors, con 21 equipos.

La entidad utiliza las instalaciones deportivas de varios colegios e institutos del municipio, al no disponer del pabellón cubierto todas las horas que precisarían. Así, desde el club agradecen el apoyo de la Fundación Autismo Sur, del colegio Carmen Martin Gaite, de la Escuela de Cocina 'La Mesa' y del Colegio de Abogados de Málaga por sus patrocinios y ayudas al desarrollo del proyecto.

«Ojalá podamos seguir haciéndolo crecer la próxima temporada, al ser algo tan bonito, y poner en marcha un grupo de personas con Síndrome de Down», añade Eduarne Rodríguez. El reto bien merece la pena.

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