
Secciones
Servicios
Destacamos
Cútar es un pequeño pueblo de la Axarquía, que cómo otros de la comarca, experimentó en los días previos al estado de alarma el regreso de decenas de lugareños que durante la semana viven en otras poblaciones e incluso en la capital para pasar la cuarentena en su localidad natal. Para el alcalde, Javier Ruiz, la razón es que la gente se siente más protegida y alejada de posibles contagios por coronavirus en el pueblo. El propio regidor reconoce que se siente más seguro. En este sentido, señala que aunque todo el año se esté hablando de la despoblación de muchos pueblos, estos son sinónimo de «lugares saludables».
– ¿Se lleva mejor en un pueblo pequeño como Cútar el estado de alarma por el coronavirus que en una gran ciudad?
– Por lo que me dicen los vecinos, es bastante mejor. Mejor porque no tenemos ningún caso y eso nos da mucha tranquilidad. Somos unos 700 habitantes. Estos días puede que seamos algunos más, porque mucha gente que es del pueblo, pero viven durante la semana en otras poblaciones o en la capital, decidieron pasar en su localidad el estado de alarma. No son extraños, es gente de aquí, pero que han preferido estar la cuarentena en el pueblo.
–¿Se sienten así más protegidos frente a posibles contagios?
– Así es. Aunque estemos hablando todo el año de despoblación, ahora podemos comprobar cómo la gente se viene a los pueblos porque los ve como lugares saludables. Es como si pensarán que aquí el coronavirus no llega.
– ¿Tiene usted esa misma sensación de seguridad en su pueblo?
–Mucho más. Esa es una sensación palpable. Es el sentir general y se ve porque la gente se viene para quedarse en su pueblo en los perores momentos. Aquí, si no es por el bombardeo de los medios de comunicación, se vive con mucha tranquilidad.
–¿Pero la gente está respetando el confinamiento?
– Sí. El hecho de que se sientan más seguros en su lugar de origen no significa que se descuiden. La gente sólo sale a comprar. El Ayuntamiento lo tenemos cerrado, aunque durante unos días lo habríamos de 10.00 a 12.00 horas, pero desde esta semana está totalmente cerrado. Hay una persona dentro, pero sin atención al público.
– ¿A qué dedica su tiempo?
– Mayoritariamente a organizar la limpieza y desinfección de las calles. Hemos comprado material para hacer mascarillas para los vecinos, en colaboración con dos costureras del pueblo, que vamos a repartir con una carta con algunas recomendaciones sobre el Covid-19. Nunca se para, porque el Ayuntamiento sigue, aunque con todos en teletrabajo y con una comunicación constante. Al margen de todo eso, me gusta llamar a los mayores, aunque la familia está siempre muy pendiente de ellos.
– ¿Los vecinos a qué se dedican?
–La mayoría al campo. En la agricultura la vida continúa. Aquí los vecinos salen a sus campos a trabajar. Yo también lo hago. El ritmo en la agricultura continúa. Lo que se ha terminado es lo de la cervecita en el bar. Aquí todo está cerrado porque todo el mundo está muy concienciado. Aunque aquí parezca que todo se vive desde lejos, todos tenemos ese pellizco que nos hace ser más precavidos. Aquí muchas familias tienen familiares mayores y nadie quiere ponerlos en riesgo y ponen todas las precauciones por su parte.
– ¿Están tomando ya medidas o programando actuaciones para después del estado de alarma?
– Después de esto, todo es una nebulosa. Nadie sabe lo que va a ocurrir después. Todos son preguntas para las que no tenemos respuestas. ¿Se parará aquí?, ¿vendrá otro brote?, y después de esto, ¿qué?... Pues la verdad es que no lo sé. Un Ayuntamiento pequeño como el nuestro poco o nada puede hacer. Ahora tratamos de contestar a los problemas de los vecinos: si no tengo transportes, puedo ir en la moto con tal o con cual a comprar, por qué no puedo ir con mi mujer a la compra...
– ¿Tanto preocupa a sus vecinos el poder desplazarse?
– Somos un pueblo pequeño, de algunas cosas dependemos de otros municipios y es habitual que los vecinos salgan a comprar fuera del pueblo, aunque aquí tenemos una tienda. Los vecinos van a comprar a Benamargosa o Vélez.
– ¿Y las familias en riesgo de exclusión o más necesitadas?
– Por fortuna no tenemos. Tenemos personas que necesitan la ayuda a la dependencia, pero que cuentan con ella y con sus familias. No tenemos casos de familias en riesgo de exclusión. Además, el Ayuntamiento tiene un wasap, que lo tiene casi todo el pueblo, a través del cual tratamos de mantenernos bien informados, y que sirve para estar pendiente de la gente que lo pueda estar pasando peor.
– ¿Qué le pide a las administraciones públicas para ayudar a los pueblos pequeños una vez que acabe el confinamiento?
– Les pido más flexibilidad en la distribución de los fondos. No nos pueden cortar a todos por el mismo patrón, porque aunque tengamos poblaciones similares cada pueblo tiene necesidades singulares. Que empiecen a creer de verdad en los pueblos y sus potencialidades, y que las leyes se hagan pensando también en el mundo rural. Hace falta superar la visión urbanicista de las legislaciones. Como entender sino que después de más de 15 años de tramitación echen para atrás el PGOUde Cútar. ¿Para qué hace falta un plan general en pueblos pequeños? Hay que pensar en actuaciones singulares al ritmo de las peticiones de los vecinos y necesidades del pueblo. Y por último, menos burocracia y simplificar trámites.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.