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josé luis piedra
SEVILLA
Martes, 9 de junio 2020, 18:18
La Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (PEvAU) se realizará este año con medidas de seguridad y protección debido a la pandemia por el coronavirus y será obligatorio el uso de mascarillas higiénicas, además de celebrarse en espacios con aforo reducido con un límite máximo de un tercio de alumnos.
Estas pruebas, que se realizarán los días 7, 8 y 9 de julio, obligará a portar mascarillas a estudiantes, profesores, vigilantes de exámenes y personal de los centros, según el protocolo sanitario que abordado hoy por el Consejo de Gobierno a propuesta de la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad.
Las condiciones se han acordado siguiendo las recomendaciones de prevención higiénico-sanitarias planteadas por la Consejería de Salud, lo que exige este año del despliegue de un dispositivo excepcional de seguridad y protección que afectará a unos 53.000 estudiantes que se prevé realicen esta prueba en toda Andalucía.
El protocolo obliga a establecer el máximo de distanciamiento posible entre los estudiantes, aconsejándose dejar una fila intermedia vacía y situar los alumnos en forma de W respecto a la fila anterior y posterior ocupada. Además, plantea la posibilidad de que en cada jornada los alumnos ocupen la misma mesa y aula en los diferentes exámenes del día para evitar que sean utilizadas por otros estudiantes.
Durante las pruebas se desarrollará un plan reforzado de limpieza y desinfección específico, complementario al que existen en estos centros. Los espacios, mobiliario, instalaciones, equipos y útiles se someterán a una limpieza y desinfección antes del día de inicio de la evaluación, pero también en los descansos de cada examen se realizarán estas tareas en cada aula usada, en concreto en mesas y sillas y elementos susceptibles de un mayor contacto.
Igualmente, se deben establecer diferentes zonas de descanso en las pausas y descansos lo suficientemente amplias para permitir el distanciamiento físico, preferentemente en espacios abiertos y que dispongan de sombra, además de no recomendarse abrir cafeterías y que se mezclan los grupos.
También se plantea nombrar un coordinador sanitario en las pruebas de cada universidad, que será el encargado de establecer un plan de actuación específico por cada sede y que contendrá todas las medidas a adoptar, de acuerdo con las características de personal, aulas, entradas, aseos, zonas abiertas y otros espacios.
Manipulación de los exámenes
En cuanto a la gestión de los exámenes, será obligatorio el uso de guantes tanto para la entrega como para su recogida por parte del personal docente, evitando además la aglomeración de alumnos.
En las posteriores manipulaciones de los exámenes por el personal designado para la retirada de encabezado, pegatinas y demás, se llevarán a cabo en espacios amplios y con buena ventilación, protegiéndose con mascarillas, pantalla facial protectora y, si es posible, con guantes.
Una vez que hayan sido depositados en cajas o sobres, se recomienda no volverlos a manipular por los correctores hasta pasadas al menos seis horas, abriendo las cajas o sobres al menos diez minutos antes de la manipulación directa. Estas instrucciones señalan que las reuniones que se deban mantener posteriormente por parte de los correctores y organizadores seguirán las reglas de protección y distanciamiento físico establecidas.
Ventilación de los aulas
Asimismo, se exigirá mantener una adecuada ventilación natural de los locales y aulas varias veces al día, antes y después de su uso y durante los descansos de las pruebas. En el caso de que por razones de aumento de la temperatura se usen ventiladores, hay que complementarlo con una ventilación natural cruzada, de forma que el flujo de aire generado no se dirija hacia las personas. Cuando sea necesario el aire acondicionado, hay que evitar que produzcan corrientes de aire y deben ser limpiados y desinfectados periódicamente. Además, se aconseja que las fuentes de agua permanezcan cerradas y que las papeleras sean retiradas después de cada descanso.
La ocupación máxima de los aseos será de una persona para espacios de hasta cuatro metros cuadrados y se tendrá que fijar un cartel con el aforo de cada aseo. También habrá geles hidroalcohólicos a la entrada del centro y en las aulas para los alumnos, que deberán usar antes de entrar. Se utilizarán preferentemente las escaleras y se evitará el ascensor y no se permitirá que los aspirantes compartan objetos y material escolar.
Para evitar la coincidencia masiva de personas, se plantea fijar una franja horaria para la entrada en el recinto y, cuando sea posible, determinar varias entradas y salidas a la sede, estableciendo un flujo de personas lo más directo posible hacia el aula.
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