Las andaluzas llevan la zozobra a los grandes ayuntamientos del PP
Los populares perderían la mayoría absoluta en todos los municipios donde gobiernan si se extrapolaran los datos
Javier Recio
Martes, 24 de marzo 2015, 17:15
Ni Fuengirola o Torremolinos se salvan. Una auténtica hecatombe. El PP perdería todas las mayorías absolutas, e incluso absolutísimas, que tiene en estos momentos a lo largo de la Costa del Sol, capital incluida. Una extrapolación de los datos dibuja un panorama desolador para las elecciones municipales, por lo que los alcaldes populares deben estar en estos momentos al borde de un ataque de nervios. Más de un regidor no ha podido resistirse a la hora de extrapolar los datos de sus respectivos municipios con la ley DHont en la mano. Ni uno solo mantiene la mayoría suficiente para gobernar y Podemos y Ciudadanos se convierten, como ha ocurrido en la Junta de Andalucía, en los partidos que pueden dar o quitar las varas de mando en los consistorios malagueños de más de veinte mil habitantes. Es cierto que en unas municipales juegan muchos factores y que son unos comicios diferentes al resto. En primer lugar porque la figura del candidato pesa mucho entre los electores. También hay que tener en cuenta respecto a las andaluzas que la participación suele ser mayor y que en las municipales es donde el PP siempre logra los mejores resultados. Pero también es cierto que en estos comicios se han acentuado las tendencias de voto a nivel general. Que se lo pregunten a los populares, que en las municipales de 2011 obtuvieron unos resultados espectaculares que no obedecían precisamente al tirón de sus candidatos, muchos de ellos desconocidos o que no habían gobernado nunca. La extrapolación que se detalla a continuación se ha llevado a cabo teniendo en cuenta que Podemos, con la marca que finalmente se presente, y Ciudadanos concurran a las municipales.
El primer caso que llama la atención es el de Málaga capital. El alcalde De la Torre tiene motivos para estar preocupado, pese a que viva estos días su semana grande con la inauguración del Pompidou y el Museo Ruso. La extrapolación lo deja con nueve concejales, sí han leído bien, diez menos que los que tiene en la actualidad. María Gámez tendría más cerca conseguir su sueño pues alcanzaría los mismos ediles. Podemos entraría por la puerta grande de la Casona con seis, uno más que Ciudadanos. Izquierda Unida alcanzaría dos, uno mes que ahora. Con este panorama habría una mayoría de fuerzas de izquierdas, aunque el acuerdo entre socialistas y Podemos se antoja complicado. Al PP no le bastaría con un hipotético pacto con la formación de Albert Rivera.
No salen mucho mejor parados los populares de Marbella. Ángeles Muñoz perdería cinco concejales, los socialistas aumentarían en dos sus representantes (9) y Podemos con cuatro concejales sería determinante para formar junto a socialistas e IU (2) otro frente de izquierdas con mayoría con un total de 14 de los 27 concejales. En este caso hay que tener en cuenta el factor que supone no contar con el grupo Opción Sampedreña, que actualmente tiene tres ediles y que no se ha presentado a las andaluzas, con lo que el resultado podría diferir dada su implantación en San Pedro Alcántara.
En Torremolinos, uno de los grandes bastiones del PP desde hace décadas con su alcalde Pedro Fernández Montes a la cabeza, los populares podrían seguir con el apoyo de Ciudadanos. Se impondría por uno al frente que hipotéticamente podrían formar PSOE, IU y Podemos.
Es curioso como en la mayoría de los grandes municipios de la provincia, teniendo siempre en cuenta los datos de las andaluzas, se formar dos grandes frentes, uno de centroizquierda, con PSOE, Podemos e Izquierda Unida, y otro de centroderecha, con PP y Podemos. En casi todos los municipios estudiados la diferencia entre ambos es mínima, pues la balanza se inclinaría por un solo concejal. Fuengirola es la localidad de la Costa del Sol donde mejor se defiende el PP, pues le sacaría tres concejales de diferencia con el PSOE y le bastaría con tener un acuerdo con Ciudadanos.
Los populares se agarran a que estas son unas elecciones diferentes, aunque también reconocen que Podemos y Ciudadanos ya se han hecho con una bolsa de votantes importantes que tienen claro que esas son ya sus siglas en cada convocatoria electoral. El PSOE ha visto cómo vuelve a tener posibilidades de gobernar prácticamente en todos los grandes municipios de la Costa del Sol, algo que parecía impensable hace poco tiempo.
Los alcaldes se la juegan, por lo que ahora llevarán a cabo una campaña muy personalista para tratar de diferenciar su labor con la del PP en el Gobierno, donde el electorado acaba de demostrar su desagrado con Mariano Rajoy. De hecho, en estas elecciones andaluzas los regidores apenas han participado en la campaña, sabedores quizás de lo que se les venía encima. Muchos confían en la remontada, aunque el problema es que hay mucho que remontar. Lo que está claro es que están angustiados al contemplar este, de momento, ejercicio de política ficción.
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