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Ignacio Lillo
Sábado, 21 de septiembre 2013, 13:04
El Ayuntamiento y los gestores de Zem2All trabajan para abrir los dispositivos a los usuarios que no pertenecen a este programa experimental
málaga. El programa Zem2all, que ha convertido a la capital malagueña en el primer laboratorio europeo del coche eléctrico, ha puesto ya en circulación 160 vehículos de este tipo, a los que en breve se unirán 40 más. El ejemplo comienza a cundir y otros ciudadanos se animan a comprar turismos ecológicos. En torno a una decena se han matriculado hasta el mes de agosto, según los datos de la Asociación Malagueña de Automoción (a los que se suma un número no concretado procedente de renting). Sin embargo, estos se están encontrando con el problema de que no pueden utilizar la red de puntos de recarga rápidos (o electrolineras) creada dentro de este plan y que, de momento, está restringido a los 200 participantes en esta iniciativa.
Las primeras quejas ya han llegado al Ayuntamiento y a los gestores del proyecto, que están de acuerdo en abrirlo a todos los conductores y se han comprometido a solucionar la situación lo antes posible.
José Antonio Téllez, administrativo en una asesoría y de 35 años, estaba entre los seleccionados para formar parte de Zem2all, aunque tuvo problemas con la instalación del punto de carga en el aparcamiento comunitario de su vivienda y finalmente se quedó fuera. No tiró la toalla, pues vive en Mijas y trabaja en el Centro de la capital, por lo que hace unos 110 kilómetros al día y su factura de gasóleo ronda los 350 euros mensuales. De manera que, finalmente, ha comprado un eléctrico de última generación, un Nissan Leaf, que espera recibir en los próximos días. Una vez que lo ponga en marcha espera que sus gastos de desplazamiento se reduzcan a unos 30 a 40 euros de electricidad (la batería cuesta 100 euros al mes y se paga aparte). En cualquier caso, menos de la mitad que ahora, y además, gracias a las ayudas del Gobierno central y la Junta y a una reducción del IVA(por movilidad reducida)le ha costado 13.000 euros.
En el momento en que tuvo clara la operación, hace ya dos meses, solicitó poder emplear estos enchufes rápidos. De momento, tiene el compromiso municipal de que se le autorizará, pero todavía no lo ha logrado. «Me da rabia que hay días que podría usar la recarga rápida para poder hacer recorridos más largos, y al no poder utilizarlos tendré que coger el coche normal y gastar en gasoil. Con la carga rápida podría conseguir un 80% de batería en un rato y llegar a todas partes». Su nuevo turismo tiene una autonomía máxima de unos 200 kilómetros. Además, reivindica que su uso sea posible para todos los ciudadanos, ya que son instalaciones que ocupan espacios públicos. Y se ofrece a aportar su experiencia como el resto de miembros: «Yo quería participar inicialmente, pero no me dejaron», exclama.
Los gestores del proyecto reconocen que se han producido varias quejas en este sentido, aunque valoran estas demandas ciudadanas como un éxito del programa, en la medida en que está sirviendo ya para crear una corriente favorable a la movilidad eléctrica.
Las fuentes consultadas aseguran que los socios están de acuerdo en abrirlos a todos los ciudadanos, aunque para ello es necesario resolver varias cuestiones técnicas y las referentes al sistema de pago. Además, recuerdan que no todas las marcas están adaptadas al protocolo de carga rápida CHAdeMO, que es el que se ha instalado en Málaga.
Solución final
En cambio, aseguran que todos los propietarios de este tipo de turismos disfrutarán de las mismas ventajas en cuanto a descuentos en los aparcamientos públicos y el Sare, sean o no de Zem2All. Se espera que la solución final pueda ponerse en marcha a principios del año que viene, y los nuevos usuarios tendrán que comprometerse también a aportar sus experiencias al estudio que se está llevando a cabo.
El uso de estas instalaciones es todavía reducido:desde que se pusieron en marcha, solo el 50% de los participantes han tenido que emplear los puntos de acceso público (todos tienen un cargador propio en su domicilio o empresa), que sirven sobre todo como soporte de seguridad, para evitar eventualidades. Existen instalaciones, como la ferrolinera de Adif, situada en el aparcamiento de Vialia (María Zambrano), que está abierta a todo el mundo.
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