Internet se convierte en un bien básico en los hogares a pesar de la crisis
La banda ancha sigue extendiéndose por la provincia, donde hay familias que no llegan a fin de mes pero mantienen la Red para buscar empleo
M. ÁNGELES GONZÁLEZ
Viernes, 23 de agosto 2013, 04:42
Antonio y Vanessa llegaron a estar seis meses sin pagar la hipoteca. En dos años la vida les dio un vuelco al perder sus respectivos ... trabajos, relacionados con el sector de la construcción. A la fuerza, se tuvieron que acostumbrar a hacer números y echar mano de la calculadora para intentar llegar a fin de mes. Y lo conseguían a duras penas y gracias a la ayuda de sus familiares. Algunos de ellos se extrañaban de que a pesar de su situación económica siguieran manteniendo Internet en casa, por el que pagaban unos 40 euros al mes. Pero esta pareja de malagueños siempre lo tuvo claro: no podían prescindir de esta herramienta si querían volver a entrar en el mercado laboral. «Hoy en día es imposible encontrar trabajo si no tienes acceso a la Red, en todas las ofertas que veía pedían que se enviara el currículum por email, así que intentamos reducir otros gastos antes que ese», señala Antonio.
Como este, son muchos los hogares de la provincia para los que Internet se ha convertido en un bien básico irrenunciable a pesar de la crisis económica. De hecho, mientras las líneas de teléfono fijo caen de forma continua desde 2008, la contratación de banda ancha fija sigue extendiéndose por la provincia, que alcanza las 349.752 líneas, según los últimos datos del Anuario Económico de La Caixa, referidos a 2012. Desde 2007 hasta ese año, las conexiones se han incrementado un 45% hasta alcanzar la proporción de una línea por cada 4,6 habitantes.
Y eso a pesar de que, según las últimas estadísticas de Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre presupuestos familiares, en cinco años los hogares andaluces han reducido un 15% su gasto medio en alimentos y bebidas, ropa y calzado, mobiliario, salud y transportes, así como también en bienes y servicios más prescindibles como alcohol, tabaco, ocio, hoteles y restaurantes.
No solo la búsqueda de empleo empuja a los malagueños a sacrificar otros gastos antes que la cuota de Internet. La Red se ha convertido también en una herramienta fundamental para los estudiantes, ya que muchos centros escolares disponen de plataformas educativas en las que vuelcan los deberes, trabajos o envían información de interés a los padres de una forma más cómoda y directa.
Tareas escolares
«Aunque los niños traen sus portátiles del colegio, la conexión que tenemos en casa es mejor y pueden trabajar más cómodamente al ser la pantalla más grande», explica María Ruiz, que a pesar de que está atravesando por una situación económica complicada sigue pagando 41,03 euros al mes por Internet. Casada y con tres hijos, los ingresos de esta malagueña de 33 años se reducen a lo que cobra por limpiar por horas en algunas casas y a los portes que realiza su marido, que ha estado en paro durante cinco años. Aún así, afirma que Internet le sale rentable porque gracias a unos anuncios que han colgado en la Red han llamado a su pareja para siete trabajos. En cambio, las octavillas que han repartido por buzones no han dado ningún resultado. «Prefiero quitarme de caprichos como ir a comer fuera o comprarme ropa y mantener Internet porque puedes llegar a muchas personas porque la amplia mayoría tiene conexión», argumenta.
En la asociación de consumidores Al Andalus han constatado cómo el acceso a la Red se ha convertido en un servicio irrenunciable para numerosas familias. «Hemos atendido a familias que no pueden pagar la hipoteca o han llegado a cortarles la luz pero no se dan de baja de Internet», señala la secretaria general, Teresa Martín de la Hinojosa.
«Los hogares intentan por todos los medios no prescindir de Internet porque se identifica como un escenario donde te relacionas con empresas y puedes acceder a ofertas de empleo», explica el orientador profesional de la asociación Arrabal Javier García Santos, que afirma que aunque es una herramienta muy útil, las familias que pasen por apuros económicos pueden prescindir de banda ancha en casa «ya que existen muchos recursos públicos desde los que pueden acceder a la Red de forma gratuita, en asociaciones o bibliotecas públicas». También hay personas que buscan otras alternativas: «Hay quien cuenta con algún familiar o amigo que tiene internet y le deja que lo utilice o vecinos que buscan empleo y comparten la línea y el coste».
En cualquier caso, este técnico afirma que hoy en día es posible encontrar trabajo fuera de Internet y, de hecho, defiende que la Red no debe sustituir nunca las relaciones personales. A la hora de rastrear las webs en busca de un empleo, García Santos aconseja en primer lugar filtrar la información. «En la Red se gana dinero a través de la publicidad y poner la palabra 'empleo' garantiza visitas a una página, por eso hay muchas que cuelgan información de ofertas de empleo que no son propias o están caducadas», señala.
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