
Secciones
Servicios
Destacamos
MONTSE MARTÍN
Martes, 22 de marzo 2011, 11:24
El hombre de confianza, la mano derecha de Juan Antonio Roca, tenía un salario mileurista y no figuraba en nómina, pero administraba sus empresas y firmaba sin preguntar todo lo que le ponía por delante. Óscar Benavente, considerado uno de los principales testaferros del presunto cerebro de la trama de corrupción de Marbella, admitió ayer en el juicio por el 'caso Malaya' haber sido fiduciario de Roca, pero se desvinculó de él porque, aunque figuraba como administrador de sus sociedades, no se encargó nunca de la gestión de las mismas.
Benavente relató que a Roca lo conoció en Mazarrón (Murcia), cuando él trabajaba para el empresario y también acusado Carlos Sánchez. Sobre su relación con él dice que se inicia «poco a poco, porque yo le hice algunos favores en Madrid».
«Fuimos entablando una relación de confianza, hasta que en 1996 me propuso trabajar para él. Me dijo que estaba muy ocupado porque se había incorporado al Ayuntamiento de Marbella y que no tenía tiempo para ocuparse de algunas de sus cosas, como el barco, los caballos, etc. Me preguntó si me gustaría venir a Marbella y yo, que me encanta Marbella, o mejor dicho me encantaba, decidí dar el paso y me vine».
A preguntas del fiscal sobre si su salario figuraba en la nómina de algunas de las sociedades, Benavente dijo que no, que Roca le pagaba «900 euros mensuales en mano» y le proporcionaba casa.
Explicó en qué consistía su trabajo: «Le dirigía las obras de su casa, sus instalaciones ganaderas, le llevaba un poquito sus cosas del día a día, como llevar a sus hijos al colegio cuando hiciera falta, ayudar un poco a su mujer... Cosas muy particulares, en fin, cosas muy normales y corrientes. También fui aprendiendo de caballos y luego me hice cargo de la ganadería».
En febrero de 1996, Óscar Benavente adquirió las participaciones de la empresa Gracia y Noguera por un importe de más de 400.000 euros (unos 70 millones de pesetas). Benavente lo reconoció aunque dijo que él no aportó el dinero, sino que se limitó a firmar en la notaría. Dijo que se trataba de una sociedad que tenía «patrimonio líquido», que se dedicaba a hacer préstamos a otras sociedades de Juan Antonio Roca, con un dinero que «existía en una cuenta bancaria, que era también donde se recibía la devolución», aunque no pudo precisar cuántos fueron, en qué cuantía y a qué sociedades.
70 millones de ida y vuelta
El fiscal Anticorrupción le preguntó sobre una cuenta que Benavente tuvo en el banco BGF y si utilizó un dinero que había en ella para hacer un ingreso en una sociedad de Roca. «Sí, me dieron un cheque de la sociedad Gracia y Noguera y luego me dijeron que había que pasarlo a otra sociedad de Roca». El fiscal, extrañado, preguntó quién le dio el dinero: «El dinero me lo dio Roca y lo ingresé en mi cuenta BGF y luego yo se lo devolví en un cheque», explicó Benavente. «¿Pero eso fue cuando usted trabajaba ya para Roca?», le espetó todavía más extrañado por la operación. «No, eso fue antes de trabajar para él; eran cosas que él tenía que hacer en Madrid, y me pidió un par de favores, ya le he dicho que teníamos una relación de confianza. No podía desplazarse a Madrid y yo le hice ese favor», aclaró el presunto testaferro. Esa cantidad de dinero ascendía a 70 millones de las antiguas pesetas.
Sobre las sociedades vinculadas al principal imputado, Benavente dijo que no conocía la existencia de todas ellas, pero sí sabía de su «incesante» actividad empresarial. Reconoció solo su participación directa en Marqués de Velilla, dedicada a la cría y venta de caballos en la finca La Caridad; y en Gracia y Noguera, pero sólo a partir de la compra de una parcela donde él se encargó personalmente de dirigir un proyecto para construir cuatro viviendas.
Benavente fue claro: «Yo como fiduciario de Roca hacía lo que él me decía. Yo compraba las participaciones de las sociedades por indicación de él, pero era él quien ponía el dinero y llevaba la gestión, mientras que de la contabilidad se encargaba el gabinete jurídico (en referencia al bufete de abogados de Sánchez Zubizarreta-Soriano Pastor).
Sobre los fondos que las sociedades Rituerto Hermanos y Gracia Noguera -consideradas sociedades patrimoniales aunque sin actividad- que, según el acusado, eran utilizados para hacer préstamos a otras empresas, dijo que eran de Roca, aunque «yo no podía saber si eran de procedencia ilícita o si las sociedades tenían o no actividad, porque yo no llevaba la gestión».
Benavente reconoció que fue él quien presentó a Montserrat Corulla -considerada otra importante testaferro- a Roca. «La conocía del instituto y éramos muy amigos. Es una chica lista y trabajadora».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.