El jurado cree que el acusado de causar la muerte a un mendigo no tenía intención de matarle

El jurado que ha juzgado esta semana a un hombre acusado de matar a un mendigo por tocar el culo a su sobrina de siete años le declaró ayer culpable de un delito de homicidio por imprudencia. El tribunal popular consideró que el hombre, de nacionalidad argentina, no tenía intención de matar. El veredicto acogió la tesis del abogado defensor que sostuvo durante el juicio que su cliente sólo dio un puñetazo en la cara a la víctima y rechazó el homicidio doloso que le imputaban tanto el fiscal y como las acusaciones particulares.

Los jurados tuvieron en cuenta la declaración de dos testigos protegidos que presenciaron los hechos. Las partes solicitaron a la presidenta del tribunal que imponga una pena máxima de cuatro de cárcel.

Los hechos sucedieron en octubre de 2006 en un parque público de la calle Fernán Núñez. La menor contó a su madre que un mendigo le había tocado. Cuando el procesado llegó a su casa, su hermana le relató lo sucedido.

Según declaró el acusado en el juicio, él fue a buscar al indigente pero no lo encontró, aunque, poco después, cuando regresaba de recoger a su novia del trabajo, se encontraron con él. «Le pedí explicaciones -dijo durante la vista-, pero él dio un paso adelante con los brazos en alto, como para agredirme. Entonces -añadió el procesado- le di un puñetazo en la cara y se cayó al suelo; le di patadas en los pies hasta me retiraron y me llevaron al coche. Le dije que no se le ocurriera aparecer por el colegio de la niña», agregó.