Confirman la pena de doce años de cárcel para una mujer que mató a su amante

El jurado la encontró culpable de homicidio y la condenó a doce años y seis meses de cárcel por matar de una puñalada en el pecho a su amante. La pena impuesta a Yanis V. S., de 38 años, por el tribunal popular ha sido confirmada un año después por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que ha desestimado el recurso presentado por el abogado defensor de la mujer.

El crimen se cometió el 18 de diciembre de 2001 en Marbella, pero la historia que tuvo este trágico desenlace comenzó once meses antes, cuando el empresario argentino afincado en Marbella, Fernando Rodríguez, y Yanis, una mujer de origen cubano, iniciaron una relación sentimental. Él estaba casado y había manifestado a su mujer que tenía intención de acabar la relación con Yanis, pero que debía hacerlo con tranquilidad por el carácter violento de ésta última. De hecho, había amenazado a Fernando en los días previos al crimen con matarlo si la dejaba, «pues era para ella o para nadie», según llegó comentar la propia víctima, quien expresó su miedo a un amigo, refiriéndole, incluso, la película 'Atracción fatal', cuando le comunicó que ese día iba a decirle a Yanis que ya no quería continuar con ella.

Así, el 18 de diciembre, Fernando acudió al domicilio de su amante y le comunicó su decisión. La reacción violenta de la mujer, que era tiradora de esgrima, no se hizo esperar. Cogió un cuchillo y se lo clavó en el pecho. La certera puñalada le atravesó completamente el corazón y le causó la muerte.

Una vez que acabó con la vida de Fernando, Yanis se puso en contacto con el padre de éste, fingiendo que estaba buscándolo con objeto de ocultar el homicidio.

Esa misma tarde, la cubana metió el cadáver de su amante en el maletero de un coche y lo trasladó al polígono La Trocha, en Estepona, donde le prendió fuego. Junto al coche fue hallado el cuchillo.

La mujer negó durante el juicio ser la autora de la muerte del empresario, y explicó que las manchas de sangre perteneciente a la víctima que fueron halladas en su domicilio se debieron a un accidente sufrido por el propio Fernando, mientras utilizaba un aparato de gimnasia, y que por eso esa misma mañana había ido al médico. El jurado no la creyó.