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Taira se ha preparado en Huelva, donde reside. / EFE
CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Un torero de Tokio

Con 36 años, el japonés Taira Nono debutará mañana con picadores en la plaza de Torremolinos

TEXTO: A. M. ROMERO

Sábado, 1 de agosto 2009, 03:41

U N reportaje sobre el toreo emitido en la televisión de su país cambió para siempre la vida de Taira Nono. En ese momento, a mediados de los noventa, la existencia de este japonés dio un giro radical y encontró su verdadera vocación. Al igual que le ocurre a cientos de jóvenes españoles, sudamericanos o portugueses, le picó el 'gusanillo' del toreo y desde entonces su meta es una: convertirse en matador de toros. Ahora, y a pesar de su edad -tiene 36 años- mañana, domingo, dará un nuevo paso para intentar ver cumplido su sueño al debutar con picadores en el coso de Torremolinos en un mano a mano con el murciano Pablo Belando.

El de Taira no ha sido precisamente un camino de rosas. Tras aquel reportaje, empezó a trabajar en su Tokio natal en una pescadería para intentar conseguir el dinero suficiente para poder venir a España. Un país en el que en esos momentos ya había un novillero japonés que intentaba abrirse hueco en el difícil mundo del toro, Atsuhiro Shimoyama, 'El Niño del Sol Naciente' en los carteles.

En 1997, Taira Nono llegó a España sin papeles y tras recorrer varias ciudades recaló en Huelva. Los problemas con la documentación le hicieron volver a Japón, donde siguió ahorrando para regresar a España, donde finalmente fue acogido por un matrimonio generoso onubense.

Todo por un sueño

Se apuntó a la escuela taurina de la ciudad onubense, el día que debutó lo hizo infiltrado tras una luxación de hombro, trabajó en el campo, se tiró como espontáneo en la plaza de Huelva ante un toro devuelto a los corrales, se borda sus propios trajes... Y todo ello con el único fin de conseguir el sueño de ser el primer matador de todos oriental de toda la historia.

El torero japonés de Huelva, como le conocen sus conciudadanos, tiene como referentes a Morante de la Puebla, Enrique Ponce y José Tomás. Su historia aparece en un libro infantil en su país natal, pero Taira Nono quiere inscribir su nombre en otro libro, en el de la historia de la tauromaquia. Mañana puede escribir la próxima página de esa aventura que comenzó en Japón.

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