Mujeres de ensueño

¿Cómo se puede definir la belleza de una mujer o, más difícil aún, qué criterios deben tomarse en cuenta para decidir si una mujer es hermosa o no lo es? La literatura mundial está repleta de ensayos sobre la belleza femenina y quizás el que mejor definió el secreto que esconde una mujer hermosa, una creación casi divina que despierta fantasías y sueños en la raza humana, fue Aristóteles cuando sentenció que la belleza es «una tiranía de corta duración». Es posible. Pero en los albores del siglo XXI y gracias a la técnica moderna y a la iniciativa de la Casa de la Fotografía de Hamburgo, cincuenta fotógrafos famosos ofrecen una visión particular e inquietante de lo que puede ser, según sus ojos, una fémina hermosa o, más importante aún, de ensueño. En la nave restaurada de una vieja bodega del complejo Deichtorhallen, casi a orillas del viejo puerto de Hamburgo, la Casa de la Fotografía ofrece un exquisito viaje a través de la belleza femenina. Su título, 'Traumfrauen' ('Mujeres de ensueño'), es sugerente, invita a soñar, provoca, y tiene la rara virtud de no decepcionar. Fuera leyendas Fotógrafos como Peter Lindbergh, Tony Duran, Marc Hom, Bruce Weber, Bettina Rheims y Albert Watson ofrecen su particular visión de la belleza femenina con un resultado novedoso. Acaban con la leyenda de que una mujer de ensueño no debe tener más de 25 años y en lo posible debe ser modelo o una estrella de Hollywood. Aunque existe la creencia de que las mujeres perfectas no son de este mundo y que sólo son productos de la imaginación humana, la muestra de Hamburgo devuelve la belleza femenina a la realidad y ofrece al visitante una galería de rostros y cuerpos femeninos que se encuentran entre la sociedad. Por ejemplo, la actriz Angelina Jolie, que posa para el fotógrafo danés Marc Hom, con un aire de reina sentada en un trono negro, pero en una actitud donde el rol principal de su esplendor está protagonizado por sus «piernas casi infinitas». A su lado, se confronta la cara surcada de suaves arrugas de la actriz Vanessa Redgrave, que con 71 años cumplidos emana un encanto casi diáfano. «Amo a las mujeres que tienen unos 40 años. Es el momento en que ellas desarrollan su propio carácter», advierte el fotógrafo. «Es el momento en que se vuelven interesantes: sexys, pero no vulgares, y en el camino de poseer una elegancia eterna», agrega. La belleza también es subjetiva y es capaz de despertar pasiones ocultas si uno contempla el retrato que ha realizado Sheryl Nields de otra actriz, Scarlett Johansson, donde la retrata con el rostro tapado, pero con un vestido abierto que insinúa las formas de su beldad. «La belleza es un estado de gracia», sostiene la propia fotógrafa. Por su parte, Camilla Akranz llegó a la conclusión de que la magia de la fotografía hacía posible, a veces, percibir la auténtica belleza: «Es una luz interior que raras veces puede ser captada. Es una belleza interior». Para explicar ese sentimiento, la artista ha enviado a la exposición de Hamburgo un retrato cautivante de Sara Blomqvist, la modelo sueca de veinte años que ha conquistado las pasarelas gracias a su inquietante belleza. El amor embellece Peggy Sirota, en cambio, tiene una explicación más terrenal para describir el momento en que una mujer irradia atractivo. «Las mujeres se ven hermosas cuando se sienten bellas sin importarles la forma de sus cuerpos o el contorno de sus rostros. Pero están radiantes cuando se sienten amadas», asegura la artista. El encanto puede ser una fugaz luz interior, un estado de gracia o una expresión de claridad, como afirma Liz Collins, que colabora con una instantánea de una chica desnuda que da la espalda a la cámara. La muestra, abierta hasta el 9 de noviembre, no pretende descubrir el secreto de la guapura femenina, sino ofrecer opiniones diferentes. Pero en la diversidad, el famoso David La Chapelle puede que haya encontrado la mejor definición para describir a una mujer de ensueño cuando dice que «la belleza es la mejor prueba de la existencia de Dios».