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AQUASPINNING. Ciclismo de interior con las bicicletas sumergidas. / SUR
VIVIR VERANO. OCIO

El deporte se da un baño

Las altas temperaturas convierten la práctica de ejercicio en una odisea. La última tendencia es entrenar sin salir de la piscina

TEXTO: MARÍA G. LUNA

Martes, 12 de agosto 2008, 10:16

CON la llegada del verano, los centros deportivos buscan nuevas alternativas a su oferta de actividades. El calor pone en marcha a los entrenadores físicos que ofrecen diferentes posibilidades de hacer deporte sin sufrir las consecuencias de las altas temperaturas. A la natación, tanto en la piscina como en el mar, se le unen deportes tan novedosos como el aquagym, el aquarunning o el aquasteps que consiguen cada día más adeptos, sobre todo ahora que el tiempo invita a darse más de un chapuzón.

El gerente del gimnasio Solinca en Plaza Mayor, José Manuel Pastora Bernal, reconoce que cada vez más gente se decide a practicar algún deporte dentro del agua. Y es que las ventajas de esta opción son muchas, al igual que la variedad de actividades. Y lo mejor es que sólo se necesita una piscina y ponerle muchas ganas.

Diversas técnicas proponen diferentes formas de hacer deporte bajo el agua. El aquagym, engloba a la mayoría de ellas. Se trata de una forma de ejercicio aeróbico que mejora el sistema cardiovascular. Gimnasia y agua se mezclan para facilitar y hacer más sencillo el ejercicio físico.

El gerente de este centro deportivo recuerda que es especialmente «recomendable para personas con problemas de espalda» que no pueden practicar ejercicios en el suelo. Entre otros beneficios, incrementa la flexibilidad y la coordinación sin fatigar excesivamente al cuerpo gracias a la ingravidez de la flotación.

El aquarunning es una de sus variantes, consiste en correr dentro de la piscina sin perder el contacto con el suelo. Se va avanzando al igual que cuando se hace 'footing'. Se trata de una carrera ligera que puede realizarse en una piscina con unos 50 ó 60 centímetros de profundidad aunque también se puede practicar con el nivel de agua más alto, donde la intensidad aumenta.

Carrera bajo el agua

Para que pueda denominarse aquarunning es esencial que se haga pie en la piscina. Es muy útil para las personas que han sufrido alguna lesión y están en proceso de rehabilitación. Es semejante a andar por la orilla, en la playa.

Por otro lado, el aquajogging, que nació en Estados Unidos, lo utilizan los deportistas para la rehabilitación en el pos-operatorio o después de sufrir una lesión. Consiste en practicar ejercicios suaves dentro del agua. En ocasiones se utilizan distintos utensilios que sirven de ayuda, por ejemplo es común trabajar con un cinturón para mantener la posición correcta de la espalda.

Otra de las categorías es el aquaspinning. Se trata de ciclismo de interior con las bicicletas sumergidas en la piscina. La dinámica es similar a la del spinning tradicional, con ejercicios guiados por un monitor y que siguen el ritmo de la música. Está recomendado para aquellos que quieran perder calorías, ya que en una sesión de 30 minutos se pueden eliminar más de 500. En este tipo de ejercicios la profundidad de la piscina suele ser mayor, para que los brazos queden también sumergidos y se trabaje la zona superior.

De reciente aparición es el aquapilates, una adaptación del pilates en el medio acuático. Entre las ventajas que ofrece, corrige malas posturas, mejora el equilibrio y es mucho más relajante. Respecto a los ejercicios en el suelo, el pilates acuático es más tranquilo y pueden practicarlo personas de más edad.

Aquaerobic o aquafitness son otras disciplinas derivadas del aquagym y cuyas principales ventajas son la mejora del sistema cardiovascular y de las funciones cardiacas y pulmonares. Quienes lo practican coinciden en destacar lo saludable y fácil que es, ya que se consiguen avances sin un esfuerzo físico excesivo. Se trata de un ejercicio divertido que en ocasiones se puede realizar con la ayuda de utensilios como balones, mancuernas o tubos flotantes.

Mejora la musculatura

Cuando se utilizan bancos, se conoce como aquasteps y es otro tipo de ejercicio. Este permite mejorar la musculatura de la parte inferior, piernas y cintura. Se realiza sobre una superficie, como un escalón, en el que se va subiendo y bajando.

La profundidad de la piscina tiene que estar entre los 50 y los 1,50 centímetros, aunque dependerá del tipo de ejercicio y de las personas que vayan a realizarlo, ya que según la edad y la condición física se utilizará una zona de la piscina u otra. En cuanto a la temperatura del agua normalmente está entre los 28º y los 31º, lo que hace que el ejercicio sea más agradable.

El gerente de Solinca destaca que esta forma de entrenamiento «atrae a un gran número de personas de todas las edades». José Manuel Pastora Bernal añade además que en ocasiones se hacen actividades tematizadas «que son más entretenidas, como la aquasalsa, practicando este baile dentro del agua».

La música es un elemento esencial en la mayoría de ejercicios aeróbicos y no iba a ser menos en los que se hacen dentro del agua. Sirve para adoptar un ritmo continuo, que permite seguir los diferentes movimientos, además de para fomentar la relajación de los músculos y sobre todo para hacer más amenos los ejercicios. La elección de la música es muy importante y debe adecuarse al momento en el que se esté trabajando.

José Manuel Pastora explica la cantidad de actividades que pueden realizarse en el medio acuático: «El aquagym es una gimnasia más suave, mejor para personas mayores, mientras que el aquafitnes incluye ejercicios más intensos y con una coreografía más elaborada en la que hay saltos, patadas...».

Para las mujeres en periodo de gestación también se les aconseja que practiquen deporte de esta manera ya que según Pastora «durante el embarazo permite prevenir dolores musculares y ayudar a sentirse mejor durante ese proceso».

Con cualquier edad

Pastora insiste en que se trata de una forma de deporte que puede practicar todo el mundo, aunque es especialmente recomendable para personas que tenga problemas en el medio terrestre, «por ejemplo con problemas articulares». Se trata de una actividad que permite evitar otras de mayor impacto en articulaciones ya que estar en un medio flotante facilita el movimiento.

Pero no puede obviarse lo tradicional. La natación es la forma más sencilla de quemar calorías en una piscina, entre 300 y 900 kcal/ hora, dependiendo del peso, y la intensidad con la que se nade. Esta actividad aeróbica en la que se trabaja con la mayoría de los músculos del cuerpo se convierte así en uno de los ejercicios más completos.

Durante las vacaciones una de las formas más saludables de pasar los días en la playa es nadando en el mar, pero también hay otros ejercicios que se pueden hacer. Sergio Santos Berrocal, entrenador personal del gimnasio Atenea sostiene que con una colchoneta bajo el abdomen y pataleando, o simplemente nadando, se mejora la circulación de las piernas, al igual que caminar por la playa, una actividad que aporta muchos beneficios. Además remar es «una buena sugerencia».

Sergio Santos recalca que, aunque el deportista esté dentro del medio acuático «hay que beber mucha agua, porque el cuerpo se deshidrata de igual manera».

Patricia Jiménez, del gimnasio 02 Centro Wellnes, apostilla: «Con estos ejercicios se les da la posibilidad a personas mayores de 55 años y a aquellas cuya movilidad es reducida de hacer deporte en un medio que hace más sencilla la actividad por ser no lesivo para los huesos».

Estas disciplinas, que están en continua expansión, tienen entre sus últimas actividades el cardioaquagym, el aquabuilding, el aquaboxing o el aquafic y seguro seguirán creandose más, a la vista del interés que despiertan entre los amantes del deporte. Por ejemplo, con los diferentes tipos de bailes ya se está haciendo y así hay lugares donde ya se practica aquasamba o aquahiphop.

Los precios de estas disciplinas acuáticas son similares a los que se aplican a las actividades tradicionales. En algunas piscinas públicas pueden practicarse por unos 30 euros. Siendo su precio superior en el caso de los gimnasios privados, entre los 45 y los 50 euros mensuales, si bien la mayoría de los establecimientos lo incluyen en la matrícula de socio.

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