Borrar
TRAYECTORIA. Crespillo lleva 20 años conduciendo barcos. / E. C.
TEMPORADA ALTA

David Crespillo, conductor de la lancha-banana: La diversión está en el agua

Me he pasado media vida en las playas de Nerja / Llevo la lancha que tira de «la banana», «el rosco» o «la medusa diabólica» / Puedo hacer que los clientes vuelen

UNA CRÓNICA DE

Miércoles, 16 de julio 2008, 03:48

DAVID Crespillo ha pasado más de la mitad de su vida en el mar. De hecho, a menudo bromea con el hecho de que «es raro» que aún no le hayan salido escamas. «Tengo 31 años y llevo desde los 11 viendo cómo mi padre conducía motos acuáticas y barcas», explica este nerjeño, que regenta junto a su familia una instalación de ocio náutico en la playa de Burriana, donde es posible alquilar motos de agua, un paracaídas acuático y la clásica banana, esto es, una colchoneta hinchable que es remolcada por una lancha. En estos años, Crespillo ha conocido a «miles de personas», primero en El Playazo -donde su padre, Antonio, montó junto a otro socio el primero de estos negocios hace ahora dos décadas-, y después en la playa de Burriana.

Para este joven nerjeño, este enclave del litoral de la localidad del Balcón de Europa concentra la «mejor y más variada» oferta de ocio y restauración de toda la Costa del Sol. «No existe ni una sola playa hasta Manilva en la que se puedan practicar tantos deportes, como motos acuáticas, paracaídas, el rosco, las piraguas...», enumera Crespillo, quien no puede evitar las carcajadas cuando se refiere a los diferentes nombres con los que los usuarios han bautizado el artilugio acuático.

«Este año hemos comprado una gran colchoneta azul, con compartimentos para los clientes. Los 'guiris' la llaman 'the devil jellyfish', esto es, la medusa diabólica», explica, y confiesa que a él siempre le ha gustado llamarla «el rosco». «Ve, es una colchoneta gigante, sin quilla, que se mueve de un lado para otro según la corriente», describe Crespillo, quien explica que con este modelo es «imposible» que los clientes caigan al agua.

«Hemos tenido diversos incidentes con turistas que se quejaban del dolor que les provocaba el golpe contra el agua. Incluso, ha habido alguno que nos ha querido demandar porque decían que se habían lesionado», confiesa el conductor de la banana. Para evitar este tipo de situaciones, este año han decidido comprar la colchoneta azul, en la que «la seguridad es total», según Crespillo. «Hay que ofrecer un buen servicio», dice. De hecho, el único requisito para montar en esta atracción acuática es tener más de cuatro años. Sin embargo, para disfrutar de un divertido paseo en moto de agua hay que tener más de 16 años y estar en posesión del título correspondiente.

Invento pionero

En cualquier caso, el padre de David, Antonio, inventó hace ya más de una década un sistema revolucionario para controlar el recorrido de estos caballos que surcan el mar. Se trata de un dispositivo por control remoto que permite apagar el motor del vehículo desde la orilla. «Sólo permitimos que naveguen en una extensión máxima de un kilómetro, cuatro boyas», especifica Crespillo, quien dice que la sensación de navegar en una moto de agua es «muy refrescante».

«Cuando el mar está en calma es divertido, pero gusta más cuando hay olas. Igual pasa con el rosco, cuando hay algo de marejada los saltos de la colchoneta son mucho mejores», describe Crespillo. Los precios para disfrutar de estas auténticas atracciones de playa van desde los cinco euros de la banana hasta los 30 euros por persona -35 en el caso de ir con un acompañante- y 15 minutos de duración, en el caso de las motos.

Aunque, sin duda, una de las ofertas más tentadoras y sugerentes es el nuevo paracaídas. La propuesta de David y su padre procede de Reino Unido. Consiste en un paracaídas gigante que se engancha con una cuerda a la lancha. El cliente se eleva hasta un mínimo de cien metros sobre el agua. Existen dos modalidades, con fotos y sin fotos. Por 40 euros es posible disfrutar de un paseo por el litoral malagueño. Con siete euros más, se puede inmortalizar la experiencia, con un reportaje de fotos. «Los guiris disfrutan mucho. Parece que vuelas».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur David Crespillo, conductor de la lancha-banana: La diversión está en el agua

David Crespillo, conductor de la lancha-banana: La diversión está en el agua