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TEXTO: LORENA CODES
Viernes, 14 de marzo 2008, 09:48
EN el juego, como en el amor, todo vale. Y así parecen haberlo considerado los más de cien comerciantes que se dan cita en la Feria Andaluza del Recreativo, que tiene lugar estos días en el Palacio de Ferias y Exposiciones de Málaga. Desde los tradicionales futbolines y billares hasta las más sofisticadas tragaperras pasando por todo un mundo de accesorios para los salones recreativos como máquinas de refrescos, peluches o golosinas, todo, en el paraíso de los jugadores.
Atrás quedó la clásica máquina negra del bar; esa que emitía un estridente sonido difícil de esquivar. Las leyes de mercado y la competencia con las consolas de videojuegos han obligado a los fabricantes a exprimir su ingenio y sacar todo el potencial a estos clásicos. Adiós a 'la manzana, la naranja y la fresa' que, juntas y en línea, llenaban el bolsillo de los apostadores afortunados. Fernando Alonso y su bólido han arrasado a 'las frutitas' y se han convertido en las estrellas de los recreativos.
Juego y deporte
De hecho, gran parte de las tragaperras que se promocionan estos días en la Feria Andaluza del Recreativo hacen un guiño, por pequeño que sea, a este deporte, e incluso al campeón asturiano. No faltan quienes llaman a su invento 'Indianápolis' e incluyen carreras en el juego básico de rodillos; otros, directamente bautizan a la máquina con el nombre de 'Fórmula 240' y reclaman la atención de los compradores con un auténtico coche de Fórmula Uno en las mismas instalaciones del stand. De un modo u otro, los deportes ganan terreno en el campo de los recreativos. Como en el caso de las apuestas deportivas, un juego usual en otros países europeos, pero que aún no se ha instalado en España.
Hasta ahora sólo la Comunidad de Madrid ha regulado la existencia de esta forma de juego recién llegada a nuestro país. Otras regiones, como el País Vasco, ya están trabajando en la legislación y, al parecer ésta será la tendencia del resto de comunidades del país. Como una quiniela en tiempo real, estos recreativos ofrecen al jugador la posibilidad de apostar desde 0,20 euros a cualquier evento deportivo, desde partidos de fútbol hasta carreras de caballos o de galgos. Algunas empresas van más allá y diversifican la apuesta de forma que, un mismo jugador puede apostar al resultado total, al del primer tiempo, al goleador, a los goles en contra, a los tres primeros en una carrera y así, hasta un sinfín de posibilidades de juego.
La industria del ocio en general y la de los recreativos en particular evoluciona para adaptarse a las necesidades de una era en la que gobierna la imagen e incorpora nuevos elementos que hacen el juego más participativo y atrayente.
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