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ESCRITOR. L. García Montero en el hotel Reina Cristina. / G. TÉLLEZ
ESCRITOR

Luis García Montero: «Me encuentro en una especie de melancolía optimista»

El poeta granadino presentó ayer en Tarifa su último libro, 'Vista cansada', en el que rememora las propias vivencias en un contexto histórico

SANDRA BALVÍN

Viernes, 7 de marzo 2008, 03:22

Las palabras de Luis García Montero le describen mucho mejor que una larga enumeración de sus cerca de 30 libros de poemas, sus ensayos y sus premios. Sin desprenderse del ciudadano implicado en política que ha sido unos momentos antes, cede protagonismo al poeta que realiza un «ejercicio de memoria» en 'Vista cansada' (Visor Poesía, 2008), que presentó ayer en Tarifa.

¿Cuál es el punto de partida de 'Vista cansada'?

Este año he cumplido 50 años y he pensado que es un buen momento para meditar sobre el paso del tiempo y sobre el paso de la historia, basándome en mi educación sentimental y en mi vida personal. Esa educación surge en un tiempo histórico. Cuando hablo de mi infancia hablo de alguien que nació en la Andalucía pobre. Cuando hablo de mi juventud hablo de un universitario que vivió toda la conquista de la democracia. Cuando hablo de mí como persona madura hablo del ciudadano español que ha visto el paso vertiginoso de la pobreza al bienestar y al lujo. Intento analizarlo todo comparando el pasado con el presente y matizándolo todo con el matiz que da la poesía.

¿Cuál es ese matiz?

La poesía sirve para comprender que ni lo blanco es blanco ni lo negro es negro, sino que hay matices que me gusta utilizar para ver lo que de bueno existía en aquella sociedad triste de la dictadura y la pobreza y lo que de malo existe en esta sociedad excesivamente despreocupada y consumista.

¿Qué puede esperar el lector de un libro titulado por su oculista?

Me dijo que tenía la vista cansada. Creí que podía aprovecharlo simbólicamente. A esta edad uno tiene los ojos cansados de ver cosas que no gustan, pero también es verdad que acudir al oculista es en cierto modo una apuesta de optimismo porque uno va para seguir mirando la realidad y ése es mi estado de ánimo. Estoy en una especie de melancolía optimista, no quiero ser ingenuo, pero sí quiero seguir mirando y analizando la realidad.

Su poesía sugiere que, en contra de lo que dice la canción, los malos tiempos son buenos para la lírica

Sí. Pensando en este libro escribí un poema que se titula 'Defensa de la política' porque a la conclusión a la que iba llegando es que eran malos tiempos para la política. Cuando empecé a escribir el mundo estaba tan politizado que si escribías un poema de amor, te podían llamar pequeño burgués y reaccionario porque lo que estaba muy de moda en los círculos en los que yo me movía era la poesía social. Hemos llegado al otro extremo, donde lo que está muy desprestigiado es la política porque la unimos con corrupción y electoralismo. Me parece que el poeta que se pasa un día buscando las palabras y un decir preciso representa la necesidad que tiene el ser humano de parar las prisas y de valorar lo que nos hace verdaderamente humanos en nuestra vida.

¿Siempre escribe de manera pausada o alguna vez se deja llevar por un arrebato de pasión?

A mí me gusta escribir meditadamente, lo que pasa es que hay muchos procesos de escritura y muchas situaciones. A veces te salen las cosas con mucha fluidez y a veces te cuestan más trabajo. Lo que sí es importante es corregir la escritura. Hay veces que tengo ganas de escribir y veo que, aunque algo no me esté saliendo muy bien, el cuerpo me pide salir adelante y al día siguiente volveré para arreglar lo que me queda por el camino. Sin embargo, otros días me pide ir verso por verso cerrándolo todo. Siempre digo que la verdad no es un punto de partida, sino de llegada y eso sirve también para la poesía. Muchas veces quien improvisa o quien es espontáneo no es original. El que dice lo primero que se le ocurre repite algo que está flotando en el ambiente. Por eso me gusta que la escritura consiga que la verdad llegue después de un proceso de búsqueda.

Decía que antes no estaba de moda escribir de amor. ¿Ahora escribe poemas de amor?

En este último libro hay un capítulo completo dedicado a los poemas de amor. Siempre he sido muy partidario de escribir sobre poemas de amor porque el amor es una gran exigencia literaria. El poema tiene que ser una obra de arte. Tienes que pensar en tu relación con los demás y en el paso del tiempo para que tu amor pueda ser vivido por los demás. Ahora lo que significa ser hombre o ser mujer es muy distinto a lo que era en la época de nuestros bisabuelos. Escribir un poema de amor significa tener los ojos abiertos a lo que ha cambiado, como ser consciente de la libertad absoluta del hombre y de la mujer.

¿Se puede escribir del amor eterno en un mundo en el que todo caduca rápido?

No hay que hacer nunca el ridículo. La poesía tiene que ser un ejercicio de conocimiento. Decía Rosales que el amor es eterno mientras dura y soy muy consciente de que los sentimientos no son piedras. Me gusta la poesía que se toma con respeto el amor, pero éso no significa la ingenuidad de que todo va a cambiar.

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