«El aborto es una cicatriz en la conciencia que jamás se cura»

Es EFRAT una organización que, desde 1977, trabaja para informar a la mujer que se enfrenta con un embarazo no deseado de que existen otras opciones. El doctor Eli J. Schussheim visitó hace unos días Melilla y concedió una entrevista al espacio de COPE 'El Anzuelo' donde subrayó que la información es la clave para realizar una elección «educada y meditada», una decisión, la de optar por el aborto, que, a su entender, debe llegar después de que la mujer haya comprendido todas las consecuencias que se deriven «desde un punto de vista eminentemente médico».

¿Cómo nace EFRAT?

Fue en el año 1977 cuando, por hechos especiales que sucedieron en Israel, se legalizó el aborto y, por primera vez, me di cuenta de que existe una plaga por la que se pierden decenas de miles de vidas. Sin duda alguna, creo que es el aborto la plaga que provoca más pérdidas de vidas en el mundo. En lo que trabajamos es en evitar los abortos innecesarios.

La religión judía considera que la vida del ser humano es lo más elevado. ¿Se puede trasladar este concepto al resto de confesiones?

Sabemos que existen grandes diferencias de opiniones y de ideas entre la gente, pero si hay algo que es universal es que la vida no es algo solamente biológico, sino que contempla el concepto de santidad. Todas las religiones coinciden al señalar que hay que defender la vida por encima de todo.

¿Cómo se ha asumido el aborto por parte de la sociedad?

Del aborto se ocupan muchas organizaciones en todo el mundo. Lo que hay que dejar claro es que yo nunca he hecho nada por modificar las leyes y tampoco entro en discusiones ideológicas, morales, religiosas o éticas. No somos una organización que le diga a la mujer que no tiene derechos, sino todo lo contrario: somos una organización feminista porque defendemos que el derecho más elevado de una mujer es que decida lo que quiera, después de que cuente con toda la información. No interferimos en la decisión de la mujer, pero queremos que sepa lo que está dispuesta a hacer. El embarazo es un estado médico y, de acuerdo con mi experiencia, sé que no se arrepentirá de seguir adelante con el embarazo.

¿Es el arrepentimiento la consecuencia directa del aborto?

En los libros de Medicina no se encuentra la enfermedad del arrepentimiento porque, sencillamente, no existe, pero recientemente hemos realizado una encuesta entre las mujeres que abortaron y el 95 por ciento de ellas se arrepienten. El aborto es una cicatriz en la conciencia que no se puede borrar o curar.

¿De qué modo ayuda EFRAT a las mujeres que finalmente no optan por el aborto?

Para que un tratamiento tenga éxito hay que hacer un diagnóstico previo para saber el o los motivos que expliquen que una mujer opte por el aborto. A la falta de información se le añade la presión económica, por lo que EFRAT asiste a las mujeres a través de ayudas financieras mensuales y, durante el primer año, con el equipamiento básico para el bebé. Además, contamos con la ayuda de más de 3.000 voluntarias. En 2007 se han salvado 3.502 niños.

¿Cómo es la relación que mantienen con las adolescentes que se quedan embarazadas?

Es más difícil pero en estos casos EFRAT trabaja para evitar el embarazo. Hay que evitar la promiscuidad, de ahí que hayamos editado el folleto denominado 'El precio de un minuto'.