Pescado fresco pero subido de precios
Hay de todo en los mercados melillenses, pescados de todas las especies porque ha terminado la huelga de pescadores marroquíes, pero ¿a qué precios?
TEXTO: SALVADOR RAMÍREZ FOTOS: SUR
Lunes, 25 de febrero 2008, 02:52
DE repente Melilla se quedó sin pescado fresco porque los pescadores marroquíes, sobre todos los de Beni Enzar, ya no pueden más: ganan una miseria y les han subido el carburante. Así que amarre de flota y a verlas venir, hasta que han venido porque Rabat les promete mejoras en la cosa salarial y ayudas para pagar ese petróleo que supera los 100 dólares el barril.
Tras dos semanas de escasez clamorosa, la flota zarpó y las redes del norte del Mediterráneo se han llenado de las especies habituales que se consumen en Melilla. También los puestos de los diferentes mercados rebosan pescado fresco, pero, ¿a qué precios? A precios mucho más elevados que los normales porque pagar en la ciudad seis euros por un kilo de sardinas es sangrante; doce euros por un kilo de gambas pequeñas que, si sirven, es para dar sabor a la paella, un despropósito, y no mucho menor es el desembolsar catorce euros por un kilo de rape, cuando abunda de sobra en el litoral cercano a Melilla.
Trinan
Las amas de casa están que trinan. Restaurantes y familias han recuperado el buen sabor de la mar, pero tienen que pagar mucho más hasta que el sector se normalice. Mimon Mohamed, del Mercado del Buen Acuerdo, no puede ser más claro: «Hemos estado más de diez días sin hacer caja y tenemos que recuperarnos pero no sólo nosotros subimos el precio del pescado, también lo hacen nuestros proveedores de Marruecos».
Es decir, la pescadilla que se muerde la cola. Farid Mohamed, del Mercado de García Cabrelles, es explícito: «hay que dejar claro a nuestros compradores que nosotros no hemos subido el precio del pescado; sólo repercutimos la subida que hemos experimentado y ganamos exactamente lo mismo que antes. Cuando la mercancía baje, los melillenses notarán que el precio mejora; esto son cosas que suelen ocurrir de vez en cuando porque todo el mundo sabe que el precio del pescado no es fijo, depende de lo que llegue a Melilla».
Habrá que ser optimista en tiempos de inflación y colegir que, por lo menos, tenemos pescado fresco y no hay que recurrir al congelado, que no está malo pero tampoco bueno.
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