Joana Jiménez gana 'Se llama copla' en una disputada final

El concurso 'Se llama copla' ya tiene nombre propio y apellido. La sevillana Joana Jiménez se convirtió en la madrugada del sábado en la primera ganadora de este exitoso programa con el que Canal Sur ha resucitado un clásico de la música española. Esta ama de casa, de 30 años y madre de un niño de tres meses, se impuso al nerjeño Antonio Cortés, que quedó en segundo lugar por un 2% de diferencia en las votaciones del público.

Fue una disputada gala final en la que ambos, junto a sus compañeras Rosa Marín, Erika Leiva y María Lozano (también malagueña) dieron lo mejor de sí mismos. Les seguía atentamente la invitada especial de la noche, Marifé de Triana, que se subía a los escenarios por primera vez en varios años.

Gira por Andalucía

Así, tras cuatro retos consecutivos en los que salió victoriosa gracias a la audiencia, Joana Jiménez se hizo con el premio de 15.000 euros para el ganador. Pero hay más: ella y los dos siguientes clasificados -Antonio Cortés y Erika Leiva- realizarán una gira conjunta por toda Andalucía, que se suma a la que todos los participantes de 'Se llama copla' comienzan a partir de marzo y para la que ya se han agotado las entradas en varios municipios.

El programa, presentado por la modelo y ex Miss España Eva González, ha despertado una expectación sin precedentes en la historia de la cadena autonómica. Y es que 'Se llama copla', producido por Europroducciones y Caligari, se ha convertido en todo un fenómeno social en Andalucía, siendo el espacio más visto en los últimos tiempos, con cuotas de audiencia que han alcanzado el 42,2% de 'share'.

El sábado volvió a quedar patente el apoyo popular. El programa realizó conexiones periódicas con los municipios de los concursantes, volcados al cien por cien con sus vecinos. Así, decenas de nerjeños coreaban el nombre de Antonio Cortés, mientras que desde el centro de ocio Plaza Mayor se deseaba toda la suerte del mundo a María Lozano, que se clasificó en quinto lugar.

Antonio Cortés fue adoptado en Rumanía por una familia malagueña cuando era un bebé, pero una enfermedad le arrebató a su padre adoptivo cuando tenía cinco años. No obstante, este joven ha sabido superar las adversidades gracias a la música y, sobre todo, a la Semana Santa. De hecho, le apasiona cantar saetas. Por su parte, María Lozano, auxiliar de seguridad de 22 años, empezó a cantar de pequeña en un coro rociero de Alhaurín de la Torre. Desde entonces, no ha abandonado su pasión por la música.

El próximo sábado 1 de marzo el programa tendrá otra cita con sus incondicionales seguidores, en la que ofrecerá los mejores momentos de todas las galas celebradas durante el concurso y numerosos detalles de la final.