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PRESENTACIÓN. Ruiz Liébana, pegado al trono, junto a archicofrades de la Sangre. / CARLOS MORET
MÁLAGA

Ruiz Liébana plasma el barroco malagueño en el trono de la Virgen de Consolación

La obra, que se estrenará el Miércoles Santo, sobresale por la monumentalidad de sus dimensiones y por la valentía en el tratamiento de la madera Garrido destaca en la presentación que el autor aúna lo grandioso con el detalle

ÁNGEL ESCALERA

Sábado, 2 de febrero 2008, 02:38

Barroco y malagueño por los cuatro costados. Así es el trono que Rafael Ruiz Liébana ha tallado para la Virgen de Consolación y Lágrimas (Archicofradía de la Sangre). Sobresale por la monumentalidad de sus dimensiones y por la valentía en el tratamiento de la madera. La obra, que se estrenará el próximo Miércoles Santo, fue presentada anoche por el profesor Antonio Garrido Moraga, que la definió como «magnífica». Argumentó que Ruiz Liébana ha plasmado la tradición del trono barroco malagueño.

El trono es fruto de dos años de intenso trabajo en el taller de Liébana. En su elaboración han participado cinco personas. «Sin la ayuda de mi equipo habría sido imposible acabarlo en ese plazo. Ha habido días que he dedicado hasta 14 horas a realizar esta obra. Estoy muy satisfecho del resultado. He querido que recuerde al antiguo trono que Luis de Vicente hizo para la Virgen de Consolación», explicó el autor a este periódico.

Representante genuino

El profesor Garrido dijo que Rafael Ruiz Liébana es el último representante genuino de la estética que aúna la monumentalidad de un trono con el detalle y el tratamiento minucioso de la madera. Añadió que ha sido un acierto por parte de Liébana mantener el estilo del medio punto en el frontal, en evocación del que hizo en el anterior trono de la Virgen de Consolación el imaginero y tallista malagueño Pedro Pérez Hidalgo. «Rafael Ruiz Liébana ha sido muy escrupuloso con la historia del trono malagueño. Esta obra que hoy presentamos (ayer para el lector) es una espléndida representación del trono contemporáneo malagueño, en el que se unen una línea de grandiosidad con el equilibrio de la elegancia», afirmó Garrido.

El hermano mayor de la Sangre, Antonio Iranzo, expresó la alegría y contento de la archicofradía por el nuevo trono de Consolación y Lágrimas. «Hemos logrado llevar a cabo un proyecto muy deseado por todos los hermanos de la Sangre. Estamos muy ilusionados con el resultado final. No hay más que mirar el trono para ver su calidad. Será una satisfacción verlo en la calle. Rafael Ruiz Liébana ha hecho una obra de arte para la Semana Santa de Málaga», aseguró Iranzo. Añadió que para 2009 está previsto que salga dorado.

El autor indicó que en contra de lo que pueda parecer por la monumentalidad del trono, está muy aligerado de peso, lo que irá en beneficio de los hombres que lo porten.

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