
La última Bandera
La instauración de la base única en 2012 conlleva la disolución de la V Bandera Doscientos legionarios se incorporan a la IV Bandera, única unidad en activo
TEXTO: E. CABRIA
Domingo, 27 de enero 2008, 02:54
El coronel Gregorio Pérez Sendino ha visto a lo largo de su vida la disolución de dos de las tres Banderas del Tercio 'Duque de ... Alba'. Y por eso ayer estaba emotivo. «Son cosas que pasan, pero estoy triste porque he realizado toda mi carrera en la Legión. Primero la VI y ahora la V que es la que más me duele porque le he dedicado muchos más años». Pero no hay marcha atrás. La progresiva reestructuración del ejército con el proceso de implantación de la base única en la ciudad autónoma dio ayer un paso más en firme con el último adiós al ritmo habitual del acuartelamiento de Recarga. Los doscientos legionarios que allí tenían su unidad, se integrarán ahora en la IV Bandera, distribuidos entre los acuartelamientos del Serrallo (Mando, Plana Mayor de Mando y compañía de Defensa Contracarro) y Garcia Aldave. 87 años de historia que ahora se contarán desde el museo.
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La IV y la V Bandera se fundaron el mismo año y por este motivo se fundieron ayer en una sola, tras realizar recientemente el abrazo legionario definitivo. La V Bandera, que ha acumulado tres medallas militares y una Cruz de Guerra Francesa, se anexiona a la IV , que es la unidad más condecorada con dos Cruces Laureadas de San Fernando, tres medallas militares y una cruz de Guerra Francesa, creando una unidad de 900 legionarios en total.
El último Teniente Coronel al mando de la V Bandera, Fernando Ortíz, daba también ayer su último adiós. «También me siento triste porque ha sido mi responsabilidad estos cuatro años. Lo importante, sin embargo, es que el alma de la Legión no debe desparecer».
La última disolución se produjo en 1986 cuando desapareció la VI Bandera. Desde entonces, han transcurrido 22 años hasta que los movimientos efectivos para encauzar la nueva dirección del Ejército han tomado forma. «Este cuerpo siempre mantendrá su espíritu. Yo he pasado más tiempo de mi vida entre cuarteles, comiendo de 'rancho', más que en mi casa», recordaba ayer Pérez Sendino. Discurso similar de fondo, pero distinto de forma fue el que empleó ayer el Comandante General, Enrique Vidal de Loño al decir que «su espíritu permanecerá vivo en la IV Bandera porque es su responsabilidad». Tal como valoró, «el guión de la V Bandera no será una carga, sino que dará fuerza e impulso a estos soldados bravos y disciplinados».
Según datos de Defensa, la contribución de la Legión al servicio del Estado se ha cobrado la vida de cerca de 10.000 militares y más de 36.000 bajas a lo largo de su historia. Su participación activa en misiones de paz en Bosnia, Albania, Kosovo, Macedonia, Irak, Afganistan, Congo y Libano han contado con la participación de cientos de ceutíes -actualmente hay un destacamento en Kosovo-.
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Al museo
La entrega del Comandante Jefe interino, Manuel Pavia, del guión y los banderines de las compañías al director del museo de la Legión, Joaquín Blasco, sirvió ayer de imagen para el recuerdo de militares y familiares. Todos se despidieron del acuartelamiento de Recarga hasta mejor ocasión. A partir de ahora ese espacio se dedicará para maniobras especiales de destacamentos peninsulares y, de paso, se repararán las cubiertas, indicaron fuentes castrenses.
«Le había cogido mucho cariño y ahora se acabó. Uno nunca se acostumbra a estas cosas, pero pasan», dijo ayer entristecido Pérez Sendino. Los numerosos desfiles, el sonido de cornetas y el trasiego de legionarios quedarán ahora para los anales de la memoria militar.
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