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EXTERIORES. La plaza del Ayuntamiento de Ojén también sirve de escenario para la nueva serie 'Rocío, casi madre'.
'Arrayán' echa raíces
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'Arrayán' echa raíces

Coín y su entorno se han convertido en un gran plató. La productora Linze TV refuerza su apuesta por la comarca con la serie para Canal Sur 'Rocío, casi madre', fruto de la exitosa historia sobre el hotel de lujo

TEXTO: MARINA MARTÍNEZ

Domingo, 25 de noviembre 2007, 12:41

REMEDIOS corre calle abajo. Ha habido un derrumbe y su cara y ropa están teñidas de blanco. Más gente se ha visto afectada. Algunos viandantes salen en su ayuda. Entre ellos, María Victoria Villalobos, una ama de casa de Villafranco del Guadalhorce que también se presta a echar una mano. Es lo único real de la historia. Todo es fruto de la imaginación. En concreto, de la de un grupo de guionistas. Remedios es en realidad Mercedes Hoyos y las manchas de su rostro, harina -para más señas, marca Hacendado-.

Sin embargo, desde casa, todo parece real como la vida misma. Que el escenario sea la plaza del Ayuntamiento de Ojén ayuda. Pero es sólo una de las muchas opciones. Carratraca, El Juanar y, por supuesto, Coín y la Ciudad del Cine, son otros de los decorados de 'Rocío, casi madre', la nueva serie de Canal Sur para la noche de los miércoles. Protagonizada por Eva Pedraza, es el primer 'spin-off' de la televisión andaluza, o lo que es lo mismo, el primer 'hijo' nacido a partir de una serie de la tierra. La 'madre' es 'Arrayán', buque insignia de la cadena autonómica. Esta historia diaria sobre el famoso hotel de lujo del mismo nombre supera ya los 1.200 capítulos y continúa líder de audiencia con un 23,5 por ciento de cuota de pantalla.

De allí ha salido el equipo y su personaje principal -hermana gemela de Charo, que también interpreta Eva Pedraza-. Al fin y al cabo, lleva el mismo sello, el de la productora Linze TV (grupo Endemol). Y, como no podía ser de otra forma, su centro de operaciones también está en Coín, concretamente en los estudios de Loasur Audiovisual, que hasta han crecido para atender la demanda. Como el propio pueblo, que está totalmente integrado en la producción. Cada uno tiene su papel. Desde los figurantes hasta los propios técnicos (ofrecen incluso cursos de formación). Es una relación de «retroalimentación», comentan. De hecho, según el productor ejecutivo, Manu Cuesta, «Coín se ha convertido en nuestra casa. Muchos componentes del equipo se han quedado a vivir. Así que espero que la próxima serie también la hagamos aquí».

Sin prisas

Tanto la localidad como sus alrededores se han convertido en una especie de gran plató. Pero, como advierte el director de 'Arrayán' y 'Rocío, casi madre', Ismael Morillo, los vecinos son clave: «La gente ni protesta cuando ve una calle cortada por el rodaje, al contrario, se para y pregunta cómo puede colaborar». Ese es precisamente uno de los aspectos que más ha llamado la atención de Morillo desde que se trasladó de Sevilla a Coín hace unos siete años, los mismos que lleva al frente de 'Arrayán'. Y lo ha trasladado también a la nueva ficción andaluza: «Esta es una serie más rural, más natural, vuelve a una sociedad en la que la vida es más relajada y los problemas se toman de otra manera». De ahí el protagonismo de los parajes del entorno del Guadalhorce y sus aledaños como escenario, desde calles y plazas céntricas hasta descampados e incluso una zona verde quemada, el decorado perfecto para un incendio ficticio.

Todo conforma el puzzle que dibuja Alminares, un pueblo algo chapado a la antigua que sirve de fondo a 'Rocío, casi madre'. En este caso, Pedraza se desdobla para dar vida a su hermana gemela, una asesora de imagen llegada desde la capital que debe aprender a vivir en este pequeño municipio si quiere integrarse en el mundo de Antonio y ganarse el cariño de sus hijos. De ahí el matiz de 'casi madre'.

«Rocío es una mujer más fría que Charo -su personaje en 'Arrayán'-, pero enamorada de la vida», reconoce Pedraza, que confiesa afrontar con «valentía» este nuevo reto que comparte con otros rostros ya habituales de la pantalla andaluza, como Aníbal Soto o Lucía y Mercedes Hoyos.

Todos se ven inmersos en una trama más humana, en la que planean los delitos ecológicos y la especulación, además, claro está, de la realidad cotidiana y las anécdotas que, como en cualquier entorno rural, se pueden vivir día a día. O lo que simula ser el día a día. De que lo parezca se encarga un equipo de doscientas personas. Sin contar los cientos de vecinos -por 'Arrayán' han pasado medio millar- que han intervenido en esta nueva serie, que, pese a su reciente estreno, ya es líder del 'prime time' del miércoles en Andalucía, con un 21,5 por ciento de cuota de pantalla y una media de 757.000 espectadores. Entre ellos, María Lorente, vecina de Ojén y fiel seguidora de la ficción andaluza, desde 'Plaza Alta' hasta 'Arrayán' y, ahora, 'Rocío, casi madre'. Está acostumbrada tanto a ver de cerca los rodajes como a reconocer en la pequeña pantalla lugares por los que pasa a diario.

«Es un orgullo ver nuestro pueblo en televisión, en una serie que ve tanta gente», considera Lorente, para la que también es un aliciente identificar a sus vecinos en cada historia. «Hay muchos que son extras habituales», añade.

Es lo que le ocurre a María Victoria Villalobos. Esta ama de casa de 52 años empieza a cogerle el gusto al mundo artístico. Su hija, estudiante de Publicidad, le inculcó el gusanillo. Ya ha participado en 'Arrayán', y ahora lo hace en su 'spin-off'. Admite no ser muy amiga de verse en pantalla, pero, siendo figurante, es otro cantar.

Buena experiencia

«Como no se ve mucho la cara, no me importa. Al contrario, enriquece porque se conoce a gente y se pasa un buen rato», comenta Villalobos, pese a que las jornadas de trabajo empiezan a veces a las siete de la mañana y pueden prolongarse hasta las tres o las cuatro de la tarde. Su recompensa personal puede más que la económica (23 euros).

Es la tónica habitual. En Coín, de hecho, son pocos los que directa o indirectamente no han puesto su granito de arena en alguna de las producciones de Linze TV. Desde la Policía y los servicios sanitarios, con sus vehículos; al Ayuntamiento, con los permisos para rodar en exteriores; e incluso propietarios de comercios, con su colaboración en la búsqueda de material de 'atrezzo'.

Y es que la parte 'invisible' del plató de 'Rocío, casi madre' se ha convertido en una especie de gran almacén donde todo tiene cabida tras la supuesta cocina o el falso restaurante: sartenes, delantales, lámparas, herramientas, ropa, platos, candelabros, paquetes de legumbres y hasta un piano.

Pueden servir en cualquier momento. Depende de la inventiva del equipo de guionistas, siete en total. Divididos por grupos, firman las historias de Rocío, que podrán verse en Canal Sur hasta primavera. De momento, se han grabado trece episodios, a razón de dos por cada cuatro días. Son los que componen la primera temporada de la serie. A partir de ahora, el equipo retoma el rodaje de 'Arrayán'. Todo queda en casa.

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