Al Gore: una voz contra el cambio climático
En los últimos años hemos percibido un aumento de la conciencia sobre los problemas del medio ambiente en nuestro país, hemos avanzado mucho en la concienciación. Ahora necesitamos pasar a la acción
JUAN LÓPEZ DE URALDE
Domingo, 14 de octubre 2007, 03:50
EL ecologismo vuelve con fuerza en Norteamerica. Para desesperación de los sectores más 'neocon' de la actual administración republicana, el verde vuelve. Uno de los ... eventos de mayor impacto de los últimos meses ha sido la presentación del documental 'Una verdad incómoda' promovido por Al Gore. y dirigido por David Guggenheim. La película ha cosechado un éxito tal que ha abierto un debate ausente de los Estados Unidos en los últimos años: el problema del cambio climático.
El fenómeno no puede analizarse sin echar un vistazo a la personalidad de Al Gore, un político norteamericano atípico.
Conocí a Al Gore en su etapa de vicepresidente de los Estados Unidos. En una de sus visitas a España la embajada norteamericana en nuestro país organizó un encuentro de Gore con jóvenes españoles entre los que me encontraba. Por entonces ya había escrito 'La Tierra en juego', un libro en el que llamaba la atención sobre los problemas ecológicos de la tierra, y era evidente su preocupación por las cuestiones del medio ambiente. La reunión se realizó en forma de diálogo abierto en el patio del Palacio de Santa Cruz, sede en Madrid del Ministerio de Asuntos Exteriores. En ella, ese grupo privilegiado de jóvenes pudimos mantener un diálogo abierto y fluido sobre muchas cuestiones. Ya por entonces, en una España en la que el acercamiento físico a los políticos era muy complicado, me llamó la atención la cercanía con la que Gore se enfrentaba a las preguntas y comentarios de la gente de otro país. Pero especialmente me impactó su discurso sincero y abierto sobre la degradación ambiental.
Después vendría su candidatura a la presidencia de Estados Unidos, y aquella polémica carrera electoral de 2000 que acabó con la más que discutida victoria de Bush. La historia no tiene marcha atrás y de poco sirve lamentar lo que ocurrió entonces, aunque somos muchos los que hemos imaginado cómo hubiera podido ser el mundo hoy si las cosas entonces hubieran seguido otro camino.
Volví a saber de Al Gore hace un par de años a través de un amigo que fue invitado a una cena privada para líderes de comunicación. En ella realizó una presentación, al parecer impresionante y convincente, sobre la gravedad del cambio climático y la necesidad de ponerle freno. Me consta que a quienes acudieron a esa cita no les queda ninguna duda sobre la urgencia de adoptar medidas contra el calentamiento global del planeta. Así que quien había sido durante años un destacado líder político nortamericano, se ha convertido en eficaz impulsor de la lucha en defensa del clima.
Últimamente he coincido con él en dos de sus intervenciones en España -Madrid y Barcelona-. Vaya por delante que no comparto la crítica fácil que se le hace a Al Gore. Al contrario, valoro enormemente su labor como divulgador de este grave problema ambiental.
Precisamente aquella presentación que realizó y diseñó en colaboración con un equipo científico especializado en cambio climático, sirve de base para el documental 'Una verdad incómoda'.
Ciertamente, el cambio climático es una verdad incómoda. Sería más agradable vivir en un planeta que no viera amenazada su supervivencia -en la forma en que lo conocemos- a causa de la actividad industrial del ser humano. Sin embargo, las evidencias del cambio climático son demasiado sólidas, y ello ha llevado a algunos sectores industriales poderosos a organizar un auténtico lobby que niega la misma existencia del fenómeno y combate cualquier medida política que pretenda hacerle frente. Algunos de los detalles sobre la financiación y las profundas ramificaciones de este grupo de presión pueden encontrarse en la web www.exxonsecrets.org. Conocemos por ejemplo del fracasado intento de constituir una versión española de este grupo de presión anti-kioto.
El problema del cambio climático, y sobre todo sus consecuencias y efectos más visibles, están cada vez más en boca de la gente en España. Ya ha pasado de ser una cuestión discutida en foros especializados a ser tema de conversación convencional. De hecho, en los últimos años hemos percibido un aumento de la conciencia sobre los problemas del medio ambiente en nuestro país. hemos avanzado mucho en la concienciación. Ahora necesitamos pasar a la acción.
La película 'Una verdad incómoda' nos puede ayudar en este camino, ya que no deja indiferente a quien la ve. No queda espacio para la elección, es una carrera contra el tiempo. Por más que sea incómodo enfrentarse a ello, 'Una verdad incómoda' es un proyecto necesario, oportuno y acertado, que debe ayudarnos a saltar del sillón en el que estamos cómodamente instalados y hacer frente al más grave problema al que nos enfrentamos como especie.
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