El equipo básico del rafting

El equipo básico de seguridad para la práctica del deporte del rafting consiste en un traje de neopreno isotérmico que aísla de las bajas temperaturas del agua, un casco perforado, ligero y flotante que protege de posibles golpes con piedras u objetos que se encuentren en el fondo del río, y un chaleco salvavidas. El resto del equipamiento se completa con un bañador y unos escarpines o incluso unas zapatillas deportivas.

Una bajada en rafting viene a costar de 30 a 40 euros. El precio incluye el material técnico homologado para la práctica de esta actividad, un guía de río, un seguro de responsabilidad civil y de accidentes y el traslado dentro de la misma actividad deportiva. El precio no incluye el transporte hasta el lugar donde se realiza el descenso ni el material personal como el bañador, la toalla y las zapatillas deportivas.

Las empresas organizadoras también gestionan el alojamiento si así lo piden los clientes. Aquellos que se lancen a la aventura de las aguas bravas tienen garantizada la diversión, la emoción y el trabajo en equipo.

Y es que una embarcación neumática y un grupo de personas dispuestas a disfrutar con la experiencia son los ingredientes básicos para pasar un buen rato en el agua, entre risas, acción y adrenalina.