Los promotores de 150 viviendas en las dunas del Barronal reactivan el proyecto de construcción

El proyecto de urbanización de las dunas del Barronal de la Morena, ubicadas en el núcleo de Las Chapas, junto a la playa del Arenal, echa a andar tras más de dos años con los trámites paralizados. La iniciativa de un grupo promotor con sede en Zaragoza para construir 152 viviendas en la zona se retoma con los retoques acordados en el año 2010 y con la vista puesta en el inicio de las obras para el próximo año 2015.

La idea de urbanizar parte de este enclave dunar ya despertó hace cuatro años las protestas de vecinos, la asociación Pro Dunas y el grupo municipal de IU que intentaron -con la recogida de casi 2.000 firmas incluida- mantener vírgenes los 76.000 metros cuadrados de vergel. No lograron su cometido, pero sí presionaron para que las partes implicadas se sentaran a negociar una modificación del proyecto original. Los promotores, el Ayuntamiento y Demarcación de Costas alcanzaron un acuerdo para ampliar la zona de servidumbre de protección de los 100 metros que marcaba la legislación a 50 metros más al norte. En total, una franja de 150 metros de ancho que se recuperará con senderos y pasarelas. El coste, lo asumirán los promotores.

El siguiente paso era la aprobación de un plan parcial que permitiera al Consistorio obtener la titularidad de los 50 metros que quedarán, junto a los 100 que marca la ley, a salvo del ladrillo.

El acuerdo entre las partes vino a coincidir con el desplome del sector inmobiliario, lo que llevó a los promotores, Zarsol SL, a posponer el inicio de las obras. Ahora, con los primeros datos sobre la mesa que demuestran que la construcción y venta de viviendas empieza a salir del coma en Marbella, los privados han retomado un proyecto que cuenta con las bendiciones tanto de la Administración regional como de la local. El plan parcial inicial fue aprobado en 2006 cuando la Junta de Andalucía ostentaba las competencias municipales de planeamiento. El proyecto encontró igualmente acomodo en el PGOU de 2010 a través de compensaciones ya efectuadas por los promotores. El Ayuntamiento llegó a dar luz verde al proyecto de urbanización de los terrenos que permitió ejecutar los primeros trabajos de viales y redes de servicios e infraestructuras básicas.

Primeros pasos

Hace unos meses presentaban en Urbanismo la documentación con las modificaciones oportunas según los criterios establecidos. El Ayuntamiento acordó en Junta de Gobierno Local del pasado 22 de abril la aprobación inicial de la modificación puntual del plan parcial.

Según recoge el expediente, al que ha tenido acceso este periódico, «las innovaciones planteadas por la nueva ordenación propuesta consisten básicamente en una reagrupación en el extremo sur del sector de la dos parcelas dotacionales calificadas como Sistema Local de Espacios Libres, con el objeto de aumentar la superficie de áreas libres de uso público en la zona más próxima a la ribera del mar y disminuir la afección sobre los terrenos ocupados por el sistema dunar existente en esta zona anexa al dominio público marítimo terrestre. Esta disposición se ve acompañada del restablecimiento de una zona inedificable en el extremo sur de la parcela residencial con un fondo de 30 metros que deberá preservar su estado natural al menos en el 70% de superficie». En este caso se habla de 30 y no de 50 metros, como se acordó en el año 2010.

Hasta que empiecen a moverse las máquinas en la zona aún habrá que esperar unos meses. Tras la aprobación inicial de la modificación de elementos del plan parcial aún quedará proceder a la aprobación definitiva. Además la empresa deberá presentar el proyecto de reparcelación y de urbanización, con lo que el proceso se podría prolongar hasta bien entrado el año 2015, indicaron desde el área de Urbanismo.

El resultado será un conjunto de 152 viviendas unifamiliares ubicadas en un entorno idílico. La nueva franja que queda libre en la zona sur está acondicionada con senderos peatonales. Esta actuación, supervisada por Costas, tendrá que ajustarse a las directrices que se aplican en zonas dunares para que el impacto sea mínimo.