El valle de la memoria histórica

Sin embargo, su presencia en el Parlamento no es más que una de las múltiples actividades de esta asociación que antes de que finalice 2013 podría ver cómo se declara a todo el Valle de La Sauceda Lugar de Memoria. De momento el proyecto, con la finca de El Marrufo incluida en la zona, se tramita de acuerdo con lo establecido en un decreto para estas catalogaciones.

Según explica esta asociación, las prospecciones y estudios realizados calculan que unas 600 personas desaparecieron en la zona como consecuencia de la represión. «Queremos colocar un mapa que esté siempre y que recuerde lo que pasó», señala Rebolledo. Reconoce que las exhumaciones y hallazgo de todos esos cuerpos serían muy complicados en un territorio de confluencia de los términos municipales de Cortes de la Frontera (Málaga), Jerez de la Frontera, Jimena de la Frontera y Ubrique (Cádiz). Sin embargo existen casos en los que se consigue, como los 28 cuerpos hallados en El Marrufo.

Precisamente las siete fosas en las que se encontraron estos cuerpos, junto al cementerio de La Sauceda conformarían el itinerario de Lugar de la Memoria que abarcaría a todo el valle. Una catalogación que ya se otorga en otras zonas del territorio nacional como en el País Vasco, Aragón o Cataluña, incluso fuera de España.

Trabajos de identificación

La Asociación de Familiares de Represaliados por el Franquismo de La Sauceda y El Marrufo, con el impulso del Foro de la Memoria del Campo de Gibraltar, propició que se realizaran los trabajos de exhumación de los 28 cuerpos, siete de ellos correspondientes a mujeres, en El Marrufo. Después de un largo recorrido, con algunas dificultades en el camino y el apoyo económico imprescindible de familiares de los desaparecidos, los trabajos dieron sus frutos.

Los cuerpos están ahora siendo estudiados en unos laboratorios de Bollullos de la Mitación (Sevilla), en los que se comparan las muestras extraídas a los restos, principalmente en la zona del fémur, con las de los familiares, que en este caso se toman de la saliva. Un proceso que podría poner nombres y apellidos a historias desconocidas.

Además, estos 28 cuerpos exhumados que, como admite Rebolledo, en muchos casos fueron encontrados «con evidentes signos de violencia», serán enterrados definitivamente el 1 de diciembre en el cementerio de la Sauceda, en un acto que contará con los familiares y representación política.

La asociación la componen unas 50 personas, pertenecientes a 15 o 16 núcleos familiares. «En lo personal es importante obtener respuestas sobre los familiares desaparecidos», reconoce Rebolledo a la espera del resultado de las pruebas que se le practican a los cuerpos. «Pero no nos cerramos sólo a eso», añade.

Sin descartar que se soliciten en el futuro nuevas excavaciones para buscar más cuerpos, Rebolledo recuerda que el objetivo de la asociación que representa va más allá de las exhumaciones. «Es una idea mucho más amplia, con más vertientes», afirma. «Queremos que las atrocidades no queden ahí y se amparen en la ley de amnistía», completa, al tiempo desvela que la asociación interpuso denuncias en los juzgados de Jerez de la Frontera y Ubrique, a fin de averiguar lo sucedido. También entre las iniciativas está la de recoger en un libro, que saldrá a la luz el próximo verano, lo sucedido en la zona del valle de la Sauceda.