El libro digital se extiende y llega ya a tres mil escolares
Las editoriales se suman a la revolución tecnológica en las aulas y empiezan a crear contenidos para sustituir a los libros en papel
AMANDA SALAZAR
Viernes, 11 de noviembre 2011, 02:45
Aprender inglés es mucho más sencillo cuando el libro habla, corrige de forma inmediata los ejercicios o envía los deberes directamente al profesor. Esto ya es posible en las aulas malagueñas gracias al libro digital que utilizan 3.000 escolares de la provincia y está implantado ya en 32 centros de la provincia dentro del programa Escuela TIC 2.0.
Hasta ahora, los alumnos utilizaban sus portátiles como apoyo de las explicaciones que recibían en clase con contenidos sueltos que los maestros se descargaban de la web de recursos pedagógicos de la Consejería de Educación. Es decir, que hacían los deberes o las actividades complementarias a través del ordenador después de estudiar las lecciones en un libro real. Pero la tecnología empieza a sustituir al papel en las aulas.
Herramienta educativa
El programa, que comenzó el pasado año de forma experimental en once colegios de la provincia, se extiende este curso a los institutos. Uno de ellos es el IES El Palo, donde el Delegado de Educación, Antonio Escámez, presentó ayer esta herramienta educativa. Y lo hizo en la clase de inglés de segundo de ESO de la profesora Rosa Yáñez. «Tienen muchas ventajas, la primera, la motivación de los alumnos, que muestran más interés con el ordenador», explicó. Además, los portátiles envían datos al equipo de la docente, que puede saber, por ejemplo, cuánto tiempo han dedicado a realizar los ejercicios, enviarles comentarios vía email o escuchar los contenidos orales en casa. «Además, no tenemos que llevar tantos libros en la maleta, es más práctico», dice Jabiya, una alumna.
Escámez detalló que el libro digital tiene tres formatos: uno 'off-line', es decir, sin conexión a Internet con un formato similar al libro en papel; otro solo híbrido, que permite conectarse a la Red, pero que también posibilita trabajar 'off-line'; y otro con materiales elaborados directamente por los centros. Alberto Pardo, profesor de Matemáticas del instituto es uno de los docentes que está enseñando con libros digitales de su propia cosecha. «Las editoriales todavía están empezando con estos contenidos y, para clases bilingües de Matemáticas hay poca cosa», indica. Pardo participa precisamente en un grupo para desarrollar este tipo de materiales. Una labor en la que las editoriales, a pesar de los recelos iniciales, se están sumando. Ya son una veintena las que se han sumado a esta nueva forma de enseñar con propuestas didácticas.
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