Borrar
Serrano defiende que las canciones generan vínculos entre personas. :: EFE
Ismael Serrano, cantautor: «Saber que el mundo está jodido no tiene que hacernos renunciar al cambio»
CULTURA Y ESPECTÁCULOS

Ismael Serrano, cantautor: «Saber que el mundo está jodido no tiene que hacernos renunciar al cambio»

El artista despide hoy en el Teatro Cervantes la gira española de 'Acuérdate de vivir' con las entradas agotadas

REGINA SOTORRÍO rsotorrio@diariosur.es

Domingo, 1 de mayo 2011, 02:51

Hoy celebrará el Día del Trabajo como todo un privilegiado en los tiempos que corren: trabajando. Y lo hace en Málaga, en el Teatro Cervantes, la última parada española de una gira en la que Ismael Serrano vuelve a remover conciencias con un mensaje claro, conciso y directo: 'Acuérdate de vivir', el título de su disco. «Vivimos arrastrados por la marea de acontecimientos sin que su ritmo trepidante nos deje sentir las cosas», lamenta el cantautor, que ha agotado las entradas. Pese a todo, le quedan esperanzas, cree que este mundo tiene arreglo y reivindica el poder de la sociedad civil.

-Málaga es la última plaza española de 'Acuérdate de vivir'. ¿Cómo llega a este momento?

-Con una mezcla agridulce. Como toda despedida, debe tener un cierto carácter de celebración pero, por otro lado, va a pasar algún tiempo hasta que volvamos a los escenarios de España. De Málaga nos vamos a Costa Rica, Perú, Argentina, Chile, Colombia... Estamos en el tramo final de la gira; y después de un año muy intenso y lleno de experiencias vitales inolvidables... da pena.

-Además actúa en una fecha muy reivindicativa: el 1º de Mayo.

-Es una manera de celebrar el Día del Trabajo de la mejor forma: trabajando. Cuando tener trabajo se ha convertido en un privilegio, cuando es un derecho, quizá sea urgente recordar qué debe ser vivir.

«Vivir supone asumir riesgos»

-¿Por qué tiene que recordarnos que vivamos?

-Porque vivir supone asumir un cierto protagonismo del que nos estamos desentendiendo o que, más bien, nos han arrebatado. Estamos de paso permanentemente, vivimos arrastrados por la marea de acontecimientos sin que el ritmo trepidante en que vivimos nos deje sentir las cosas con la intensidad y la calma que merecen. Resulta paradógico escuchar hablar de esta crisis como si fuera una fuerza de la naturaleza que es incontrolable e impredecible, es como si hubiéramos perdido capacidad para influir en la realidad y fuéramos meros espectadores. Y creo que vivir supone asumir una cierta responsabilidad, un cierto riesgo y un reto ante todo lo que ocurra alrededor.

-Pero lo que hoy ocurre es paro, guerras, hambre... ¿Quedan esperanzas?

-Sí. El ser consciente de que el mundo está jodido no tiene que hacernos renunciar a cambiar las cosas; todo lo contrario, debe ser un estímulo. Apelando al sentido común te das cuenta de que las cosas tienen que cambiar y que, tarde o temprano, la gente reaccionará.

-Mientras hablamos medio mundo está pendiente de la boda real británica. ¿Qué le parece?

-Hoy todo es tratado como objeto de consumo, de usar y tirar; y la boda real es uno de ellos. A mí realmente, me interesan bastante más otras cosas. Para no ponerme tan solemne, diré que me la trae floja.

-Tal y como están las cosas, ¿qué puede hacer una canción?

-Generar vínculos entre unos y otros. Vivimos inmersos en una burbuja, cada uno a nuestra bola y nos intentan arrebatar algo inherente a la naturaleza del ser humano: nuestra esencia de animales sociales. La música puede servir, precisamente, para generar espacios de encuentro. Hay veces que en un cierto cuestionamiento, en una cierta mirada al mundo te sientes solo, y a través de la música descubres que hay otros como tú. Eso te hace sentir más fuerte.

-Por Málaga pasarán esta temporada Aute, Jorge Drexler, Amancio Prada, Ruibal, Nacho Vegas. ¿La crisis coloca al cantautor en primera línea?

-Nunca ha dejado de estarlo. El cantautor está más allá de las modas. Siempre va a haber un tipo que agarre la guitarra y dé su visión del mundo. Hay cantautores que son verdaderos héroes porque sin tener el apoyo de plataformas de difusión consiguen crear un público. La carrera de cantautor no se basa en un momento mediático, en un 'hit' radiofónico, sino que se va construyendo con el tiempo. Aun cuando ya no existen los 'hits', ni la canción del verano, siguen ahí. Son cronistas de una realidad de la que forman parte y que miran con un cierto nivel de exigencia.

Desde el respeto

-¿Por qué lo dice en tercera persona, como si no fuera con usted?

-Hablo desde el respeto. Aute dice que no puede dejar de sentirse un 'amateur', y a mí me pasa eso. Cuando me paran por la calle y alguien me dice algo, siempre me queda la duda de si no se ha confundido con otra persona.

-¿Le gusta algún cantante de los llamados comerciales?

-No toda la música tiene que ser reflexiva y sesuda; hay espacio en tu vida para todo. Además, ¿qué es la comercialidad? Joaquín Sabina es un artista comercial por su gran éxito de ventas, y es un gran artista... Pero, por ejemplo, U2, que es ya una marca, que convierte los conciertos en un espectáculo visual brutal, con un gran aparato de mercadotecnia detrás, es un grupo cojonudo. Y Madonna también es una tía que ha creado tendencia y que tiene discos que suenan de la hostia.

-Estamos a las puertas de unas elecciones municipales, ¿confía en la política?

-A pesar de que tengo buenos amigos que trabajan en política y tienen una gran vocación de servicio ciudadano, cada vez me cuesta más encontrar un partido político que genere en mí una ilusión. Me parecen pocos seductores sus discursos. Creo más en la sociedad civil, creo que a través del tejido asociativo se pueden aportar muchas cosas al cambio. Pero sin querer menospreciar, porque hay un discurso de crítica a la política que raya con el fascismo directamente. «La política es una mierda», y lo siguiente que hay que decir es que la democracia también. Y no. Eso es lo preocupante, que el desprestigio de la política afecte también al prestigio de la democracia.

-Yo creo que la canción hablaría de nuestra responsabilidad a la hora de dejarle a nuestros hijos un planeta, cuanto menos, parecido al que nosotros hemos podido disfrutar; una canción que hablara del desarrollo sostenible del ser humano. Y creo que hay que buscar alternativas a las centrales nucleares.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Ismael Serrano, cantautor: «Saber que el mundo está jodido no tiene que hacernos renunciar al cambio»