«Se fuma y se seguirá fumando, le pese a quien le pese»

Ni el expediente por falta muy grave ni la sombra de una multa millonaria le han hecho variar un ápice su postura, más bien al contrario. «En mi asador se fuma y se seguirá fumando, pese a quien le pese», asegura José Eugenio Arias, propietario del Asador Guadalmina, que ayer anunció que dará un paso más: Constituir una asociación que se llamará Reforma o Ruina. «El único objetivo es lograr que se derogue la ley antitabaco en lo que a negocios privados se refiere, pudiendo los propietarios de los mismos tomar la decisión oportuna», apunta en una carta remitida a este periódico. Según sus palabras, no estará solo. Le acompañarán «varios hosteleros de España», aunque rehúsa dar nombres de momento.

Mientras el 99,9 por ciento de establecimientos de hostelería, discreparan o no con la nueva norma, retiraron en enero de las mesas los ceniceros y tiraron de ahorros para acondicionar sus terrazas, el dueño del Asador Guadalmina sigue por tanto adelante con su particular cruzada, que incluye la recogida de firmas. «Hasta el 28 de enero teníamos unas 100.000», anota. Ha sumado las protestas en la calle. La siguiente, según anuncia, será el 21 de febrero, a las 11.30 horas, frente al Congreso de los Diputados. Antes, desde hoy mismo, se desplazará por varias capitales españolas para recoger firmas e incluso instalará una mesa a las puertas del Ministerio de Sanidad.

«Todas las asociaciones de hostelería de España están en pie de guerra y contra todos juntos no hay gobierno que pueda», añade el escrito, en el que confirma que no ha tenido noticias de la Consejería de Salud y además adelanta que no está en sus planes constituirse como sociedad gastronómica. «Voy a luchar hasta sus últimas consecuencias ya que me ampara la constitución y me sobra valor para ello», concluye.