Las listas de espera empujan cada año a más malagueños a la sanidad privada
La inmediatez y la comodidad atraen a miles de ciudadanos, que no prescinden de los seguros de salud a pesar de la crisis
M. ÁNGELES GONZÁLEZ
Sábado, 13 de marzo 2010, 03:12
La salud es lo primero. No es sólo una frase hecha. Disfrutar de un buen estado físico y mental ocupa el primer lugar en la lista de prioridades de la mayor parte de la ciudadanía. Es uno de los bienes más preciados y el deseo más compartido al juntar las copas en un brindis o en la última noche del año. Y, en tiempos de vacas flacas, estar sano supone un consuelo para quienes ven tambalearse su economía.
Este valor que la sociedad le otorga a la salud hace que el gasto en médicos, terapias o farmacia sea una de las últimas cosas de las que se prescinde, incluso en tiempos de crisis en los que los recortes presupuestarios están a la orden del día en las economías domésticas. Así se desprende de los datos facilitados por algunas de las principales aseguradoras del país, que reflejan un aumento constante de las pólizas de salud en la provincia de Málaga, con un crecimiento medio superior al 7% en el último año. En el caso de alguna compañía, este porcentaje supera el 60%.
Pero, ¿qué lleva a los malagueños a recurrir a la sanidad privada? Los responsables de las compañías consultadas por este periódico coinciden en sus argumentos: la inmediatez y la comodidad. «Para muchas personas continúa siendo prioritario que no haya listas de espera para ser atendidos y disponer de acceso directo a especialistas y hospitales», señalan en Mapfre, que cerró 2009 con 45.650 asegurados en Málaga, 3.864 más que un año antes.
Los datos ofrecidos el pasado mes de febrero por la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, reflejan que los malagueños aguardan una media de 50 días para ser atendidos por un especialista del Servicio Andaluz de Salud (SAS), 62 días en el caso de operaciones que no deben superar los seis meses de plazo y 54 días para aquellas cuyo tiempo máximo de espera se fijó en cuatro meses. Para no incumplir esos límites, cada vez son más los pacientes que el SAS envía a la sanidad privada a través de conciertos con hospitales y clínicas.
«Son fórmulas alternativas y complementarias. La población busca en la sanidad privada rapidez y confort», apunta Juan José Sánchez Luque, presidente del Colegio de Médicos de Málaga, que el pasado año puso en marcha una campaña para que los médicos se inscribieran en compañías privadas de salud y a día de hoy lo han hecho 1.500. «La medicina privada en Málaga está en pleno auge», apunta Sánchez, que insta a las administraciones a ampliar con urgencia la red pública hospitalaria, que no ha variado desde 1993, a pesar de que la población ha aumentado más de un 33%.
«El seguro de salud es de lo último que se prescinde. Una vez que alguien se acostumbra a ser atendido rápidamente y con calidad intenta mantenerlo para toda la familia», apuntan en Unespa, la patronal del sector, que cifra en un 5,1% el crecimiento del negocio en España en 2009. De las compañías consultadas por este periódico, Sanitas es la única en la que ha bajado el número de clientes en Málaga, algo que achaca «al aumento del desempleo y al descenso del turismo».
Pólizas anticrisis
En Axa, que ha registrado un aumento exponencial del número de clientes en los últimos años en la provincia -ha pasado de 792 pólizas en 2007 a 4.098 en 2009-, el director general de Salud, Antonio Jiménez, añade que el hecho de que sea «el seguro por excelencia que más se utiliza» también hace que muchas familias lo mantengan. Asimismo, Jiménez destaca que este tipo de póliza es una de las retribuciones en especie más valoradas por los trabajadores y la única que ofrece ventajas fiscales para los empresarios.
«Los ciudadanos valoramos mucho estar cómodos, y en el SAS hay déficit de camas y el sistema es muy lento en especialistas y pruebas diagnósticas. Además, tienes la sensación de que sólo eres un número», apunta María Huelin, vicepresidenta de la Asociación de Consumidores y Amas de Casa Al-Andalus.
Y, aunque, como dice Huelin, «cuando se trata de salud la gente no mira tanto el dinero», las compañías aseguradoras han adaptado sus productos a la situación económica actual para intentar mantener su volumen de negocio. Así, ofrecen precios especiales a pymes, grandes empresas y jóvenes, pólizas básicas a medida o coberturas gratuitas para clientes que se queden en paro. Todo sea por curarse en salud.
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