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tragedia ferroviaria en galicia

El hospital público más cercano al accidente no recibió heridos

La coordinación en las labores de auxilio tras el accidente del tren Alvia fue deficiente, según se recoge en los partes oficiales del servicio de Emergencias 112 de la Xunta

I. A.

Domingo, 28 de julio 2013, 19:43

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Galicia se puso a disposición de Galicia. El trágico accidente de tren ocurrido en Santiago de Compostela en la víspera de sus fiestas patronales puso a prueba la abnegación de los profesionales sanitarios y la solidaridad de los ciudadanos gallegos, que no dudaron en dirigirse enseguida a los hospitales y centros médicos para ofrecer sus servicios los primeros y su sangre para la atención de los heridos los segundos.

La respuesta del personal del complejo hospitalario público de Santiago fue impresionante, y numerosos profesionales se desplazaron desde Vigo, Sanxenxo y otros lugares donde pasaban sus vacaciones para ayudar, sin que se les llamase. De ese modo en urgencias del Clínico se acumularon una gran cantidad de médicos y enfermería dispuestos a atender heridos.

Sin embargo, varios sindicatos denuncian que no llegaron heridos al hospital médico-quirúrgico de Conxo, otro centro público, el más próximo al lugar del accidente, aunque sin servicio de urgencias. Pese a esto, está equipado con los mejores materiales y fue reformado hace pocos años. Pero "las cinco unidades y los quirófanos permanecen cerrados, por los recortes", aseguraron a través de un comunicado. El SERGAS (Servicio Galego de Saúde) prefirió derivarlos a un centro privado y mantener cerrados los quirófanos de Conxo y varias plantas como traumatología, cirugía o medicina interna.

El sindicato del hospital asegura que "había personal muy cualificado convocado en el centro esperando recibir víctimas. Sin embargo, la gerencia del complejo no quiso abrir las unidades cerradas, ni montar dispositivo alguno en el centro, pero en cambio si derivaron pacientes al centro policlínico A Rosaleda (un centro privado). Camas vacías, unidades enteras y quirófanos cerrados. Mientras tanto en el Hospital Clínico Universitario los residentes de primer año atendían a policlínicos y críticos para ahorrar en personal. El personal totalmente impotente y frustrado. Y los politicos echándose flores y contando auténticas mentiras."

Por otro lado, según recoge el diario El País, la coordinación en las labores de auxilio tras el accidente fue deficiente, según se desprende de los partes oficiales del servicio de Emergencias 112 de la Xunga. Se tardó más de dos horas en decretar el nivel de alerta 2, el requerido para un siniestro así y durante una hora y 46 minutos no llegó el camión de las comunicaciones desde donde se debería dirigir el dispositivo. Durante 100 minutos, el hombre al frente del operativo lo coordinó a través de teléfonos móviles. Los dos helicópteros movilizados no llegaron a despegar y hubo dificultades para disponer de grupos electrógenos para iluminar la zona. La solidaridad de los vecinos y el empeño de todos los profesionales de emergencias desplazados suplieron los fallos del operativo, según varios testigos que participaron en el rescate.

Feijóo proclama que "Galicia actuó como una gran familia"

El presidente de la Xunga, Alberto Núñez Feijóo, ha señalado que "Galicia actuó como lo que es: una gran familia. Solidaria en el dolor y solidaria en la acción", subraya, antes de erigirse en "portavoz de un país que siente admiración por sus profesionales sanitarios, por los efectivos de Protección Civil, por el personal de emergencias, por los bomberos y por los cuerpos policiales".

Feijóo confiesa que "se rinde" ante la actuación de los vecinos que asumieron "como responsabilidad propia" el rescate y la asistencia a los heridos. "Se llena de orgullo" también ante los gestos "espontáneos" de los hosteleros, taxistas y empresarios de los sectores más diversos que pusieron trabajo y recursos a disposición de los afectados, así como de los "centenares" de personas que acudieron antes de ser llamados a donar sangre para los heridos.

"Ante una catástrofe de tal magnitud, es necesario activar dos tipos de respuesta: la material y la emocional", reflexiona el presidente gallego, quien considera que ambas funcionaron "de forma armónica" en días que "son de luto", pero también "de orgullo" por el comportamiento "de todo un pueblo".

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