La Diputación da luz verde a 185 obras de mejora en los municipios

Con algunos días de adelanto para no coincidir con la campaña electoral del 26J, la Diputación de Málaga celebraba ayer su pleno ordinario con varias novedades en el fondo y algunas más en la forma. Entre estas últimas, la puesta en marcha de un nuevo sistema telemático de votación que se convirtió en protagonista y hasta en motivo de broma por parte de los diputados, que tras los imprescindibles y necesarios ajustes parece que han dejado para la historia el método de la mano alzada.

El sentido del voto, sin embargo, está claro entre los cinco grupos con representación en el órgano supramunicipal, y así se confirmó ayer durante el debate de unas mociones que en algunos casos habrá que ver cómo se aplican véase el fin de las entradas gratis a los toros pero que en otros prometen una ejecución inmediata. Por ejemplo el Plan de Inversiones Financieramente Sostenibles (PIFS) para 2016, un programa impulsado con el respaldo unánime de todas las formaciones y que contempla el desembolso de más de 24,6 millones de euros para mejoras en los municipios de la provincia. Esta cantidad la asumirá casi íntegramente la Diputación (24,4 millones a cargo de la institución y el resto sufragado por los ayuntamientos beneficiarios) y se traduce en 185 actuaciones que tendrán su reflejo en varios frentes.

Entre ellos, la mejora en la red de saneamientos municipales, la rehabilitación de infraestructuras e inmuebles propiedad de entidades locales, la actuación en vías públicas no contempladas específicamente en otros programas presupuestarios o la creación y recuperación de parques y jardines.

Entre las intervenciones, que se ejecutarán entre este año y el siguiente, la mayor partida presupuestaria (con más de un millón de euros) es para la mejora de los viales urbanos correspondientes al Plan de asfaltado 2016 en Benalmádena. También destacan otras, como la remodelación en las calles Antonio Herrero y Víctor de la Serna, en Marbella (724.000 euros); la remodelación integral de las calles del entorno de la Iglesia de San José, en Estepona (700.000 euros) o la reurbanización de la plaza de San Sebastián y su encuentro con la calle Infante don Fernando, en Antequera (476.000 euros).

Desde el punto de vista estrictamente político, el PIFS se convirtió ayer en asunto de consenso entre todos los grupos; de hecho el plan ya se presentó el pasado mes de marzo como un «ejemplo de colaboración y de entendimiento» entre PP, PSOE, Ciudadanos, IU y Málaga Ahora, aunque ayer el debate en el salón de plenos dio para mucho más. Y no precisamente por ese acuerdo que se desprende del plan de inversión recientemente aprobado.

Fue el caso de la moción que presentaba el grupo socialista de la mano de su portavoz, Francisco Conejo, que pedía el apoyo de la oposición para paralizar la creación de dos nuevos puestos de trabajo en el Patronato Provincial de Recaudación y que finalmente no salió adelante por la suma de mayoría entre el PP y Ciudadanos. Sugería Conejo que los puestos iban a ser «dados a dedo» y que beneficiarían «a los amiguetes de Bendodo», aunque las quejas del popular Ramón del Cid, que insistía en que la convocatoria sería pública «y por mérito y capacidad» convencieron a Gonzalo Sichar, de Ciudadanos, que asumió la tesis del equipo de gobierno de que el organismo está «desbordado» y que su volumen de trabajo casi se ha duplicado en el último año.

Las mociones para instar a la Junta a concluir un puerto deportivo entre Torrox y Nerja (PP), para combatir el desempleo femenino en el ámbito rural (PSOE) o para promocionar un plan de promoción empresarial en municipios de menos de 20.000 habitantes (Ciudadanos) salieron adelante con amplio respaldo, aunque el pleno de ayer fue para Málaga Ahora, que logró que sus tres mociones de corte social fueran aprobadas por unanimidad. «De nuevo la señora (Rosa) Galindo logra el consenso de todo el mundo. La felicito», le dijo el presidente de la Diputación a la representante del grupo político.

Sin acuerdo en La Malagueta

Las buenas palabras quedaron sin embargo en papel mojado cuando llegó el debate de la moción que más prometía en el orden del día. Y no defraudó, habida cuenta del agrio enfrentamiento que mantuvieron PP y PSOE por la intención de este último de terminar con el reparto de entradas gratuitas para los espectáculos taurinos y musicales en la plaza de La Malagueta. El socialista Conejo proponía que el dinero que la Diputación destina a invitaciones de alcaldes de municipios, protocolo y otras asociaciones y colectivos unas 7.000 para el ciclo taurino y un centenar para cada concierto se destinara a otros fines «porque hay que dar ejemplo».

«Yo me comprometo a no volver gratis a la plaza de toros», dijo el portavoz del PSOE mientras en la bancada popular el diputado Jacobo Florido, visiblemente exaltado, lo acusaba de «demagogo» y enseñaba fotos del propio Conejo en el callejón de la plaza durante un festejo taurino. «Casualmente son los alcaldes socialistas los que primero piden estas entradas. A ver cómo les explica usted esto», le reprochaba Bendodo en su turno de palabra.

La bronca, como la que se reproduce en los tendidos en una mala tarde de toros, se saldó sin embargo a favor de Conejo, que se hizo con el voto de calidad de Ciudadanos para sacar adelante su moción. Eso sí, con la enmienda de que esta decisión se aplique cuando se negocie el próximo contrato del coso. «El actual está aún en vigor y cambiar las reglas del juego en este punto sería interpretado como una prevaricación», recordó Sichar. Es decir, a partir de 2017, si no se aprueba la prórroga de dos años que contempla el contrato, habrá que pasar por caja para gritar olé.

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